María José Godoy Bellas25.09.2016. Las Palmas de Gran Canaria.
Redacción
“El camino de la Compasión”
Por Mª José Godoy Bellas.
Hace unos días un amigo sacó en conversación una palabra que ya había olvidado, una palabra hermosa y muy importante en el mundo en el que vivimos “Compasión”. ¿Sabemos qué significado tiene en realidad esa palabra?
Si miramos el diccionario nos dice: sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.
En Occidente se ha utilizado este término como una herramienta para el crecimiento personal de forma individual dejando a un lado al resto de los humanos. Muchos, con el objetivo de mejorar su salud, prestan atención a su dieta y van regularmente al gimnasio, ignorando que sentirse conectado socialmente es un factor importante en esta búsqueda y que la compasión nos puede ayudar a ello.
Yo comencé hace años la búsqueda del amor, la más difícil de conseguir, pero un amor a lo grande. En esa ardua búsqueda tropecé con unas teorías budistas tan de moda en los años noventa que me llevó a la reflexión del “yo”. Descubrí que la voracidad del ser humano es tan grande que sólo piensa en su propio amor o mejor en su propia satisfacción. Si esto lo traslado a la parte emocional, sexual de la persona, encuentro que la ausencia de amor convierte al ser humano en un ser egoísta donde no existe la gratitud ni el respeto.
Osho en su libro “Compasión, el florecimiento supremo del amor” define este término como un amor fresco, es un compartir tu alegría con amor. Nos dice que la pasión es placer y la compasión es amor.
La compasión es aceptar según Osho los fallos y debilidades de los demás, sin esperar que se comporten como si fueran dioses. En nuestra cultura tendemos a juzgar a los otros, pero ¿quiénes somos para juzgar a nadie?
La búsqueda de la Compasión es un camino hacia el interior del ser humano donde es básica la meditación, donde tenemos que aprender a comunicarnos para poder llegar a los demás.
