Mejorar

Sin dar respiro, ni tiempo para sentarse en los nuevos sillones cómodos y ergonómicos a los que han salido elegidos y disfrutar de los siempre apetecibles coches oficiales, que suelen dar un puntito de vanagloria frente a los vecinos, nos encontramos o como me comentaba recientemente una amiga, nos han "empotrado“, en pleno periodo de fin de curso y principios de vacaciones, unas elecciones generales

"Diez segundos"

Sí, lo había oído perfectamente. Ni frotándome los ojos pude hacer tambalear una letra. Fue en Italia. Siempre es un alivio cuando las cosas ocurren lejos. Qué tontos somos, la verdad. Como si el daño no fuera el mismo o la víctima lejana fuera menos. Menos digna, menos humana, menos respetable. Menos vulnerable

La empresa pública mata a la empresa canaria

Sus fines originales, no son precisamente conseguir beneficios económicos, sino asegurar una serie de obras o servicios, que es donde toman protagonismo, porque no puede llegar la iniciativa privada, por el motivo que sea. Es la tendencia favorable, a la participación subsidiaria del Estado, en apoyo de las actividades privadas o comunitarias. Para entendernos de una manera sencilla y haciendo un símil con el futbol, las empresas públicas deberían ser como los jugadores suplentes, que salen al campo, cuando los titulares ya no pueden más o hay que dar un cambio de juego al equipo

Diuturno

Es una escasez, además de una característica lamentable, de los momentos que vivimos, donde casi todo se traduce en rapidez, inconsistencia, sociedad liquida, inmediatez y sobre todo, imposición del relativismo, como practica de vida, que se basa, en la teoría filosófica, que niega el carácter absoluto del conocimiento, al hacerlo depender del sujeto que conoce. Para decirlo con más claridad, no hay verdad, sino lo que cada cual entiende por ella, intentando implantarla, no sólo a los demás, de manera razonable, sino especialmente, forzarla sobre el resto de la sociedad

Bulos y gilipollas

Le vendían de todo. Todo lo compraba. A plazos o al contado o viceversa. El precio siempre fue lo de menos, las "maravillas“ de lo que adquiría lo dejaban barato. Hoy es receptiva y activa a partes iguales. Víctima y verdugo. Recibe todo y lo reenvía todo. Sin filtro. Todo es verdad. Nada es mentira. No duda. Es un auténtico ventilador de fake news y bulos. Su actitud despreocupada por el discernimiento y la búsqueda de la verdad junto al exceso de confianza en sus proveedores la convierten en la víctima ideal de todo tipo de tramposos, mentirosos, estafadores, timadores, embaucadores o irresponsables. Es, cómo decirlo, un tesoro para esos políticos sin escrúpulos que mienten, insultan o difaman al contrario sin argumento que lo refrende. Y es que los bulos no se fundamentan en argumentos verdaderos. Se contentan básicamente con impulsar una respuesta emocional

Taxistas piratas de los años sesenta

Hasta que la compañía "Transportes de Tenerife, S.L." (cuya propietaria principal era la familia Oramas Tolosa) quebró a mediados de los años setenta y entre el Cabildo Insular y el Ministerio de Transportes (ambos de UCD) se hicieron cargo de la empresa, mantuvieron los puestos de trabajo y renovaron la flota, en lo que vino a convertirse en la actual "Titsa"

Algunas anécdotas de cuando fui "boy scout"

En aquellos años de finales de los sesenta, el grupo Aguere 70, del colegio Nava La Salle de La Laguna no estaba muy bien dotado de material para hacer acampadas y una noche de abril de 1969, con motivo de la festividad de San Jorge (nuestro patrón) se estableció un campamento en el monte de La Esperanza, concretamente en el llano de Las Laguneras, donde pernoctamos en una vieja caseta de campaña media docena de compañeros

Asesores

Es decir, las responsabilidades que cada cual va a asumir, con sueldo más dieta, previsiblemente, durante los cuatro próximos años. Los que se van a la oposición, se quedan con las ganas, tristes, sin nada donde agarrarse, para conseguir algún sustento

Mis tías abuelas

En mi juventud conocí a tres tías abuelas, dos paternas y una materna. Las hermanas de la madre de mi padre con las que trate (las demás ya se había ido al otro mundo) se llamaban Dolores y Mercedes Pestano Álvarez, ambas viudas (la primera de Ángel Gómez Poggi y la segunda de Isidoro Guerra) que, para evitar estar solas, vivían juntas en una casa de dos plantas en la lagunera calle de Tabares de Cala (o de Los Álamos), justo detrás de la parroquia de los Remedios, la Catedral de la Diócesis Nivariense.


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