¿Podemos vivir sin el turismo?

Mucho costó para que Canarias tuviese presencia turística extranjera en todas sus islas. Años difíciles y de luchas constantes por parte de los empresarios, sindicatos y políticos del Archipiélago canario, motivaron atraer la atención de muchos turistas de Alemania; Países Bajos, Reino Unido e Irlanda. Un turismo que ha venido propiciando grandes ingresos económicos en la economía local. Ni que decir tiene, que este turismo, como describe José Fina Domínguez Mújica, se ha desarrollado gracias a la existencia de un litoral atractivo que cuenta con playas extraordinarias, playas que se mantuvieron prácticamente vírgenes hasta hace unos cuarenta años. A ello se suman las bondades de su clima, con temperaturas suaves en las zonas litorales, de no menos de 18º como media de los meses de invierno y de no más de 25º de media en los de verano, un elevado número de días despejados a lo largo del año, y la escasez de las precipitaciones, sobre todo en la zona de costa.

Cosas nuevas en un mundo nuevo

Este será un año marcado por un profundo cambio en el mundo. Es decir, el 2020 será recordado por millones de personas como un año “maldito”; de profundos cambios y formas de conductas. Eso sí, no creo que el coronavirus haya provocado en los humanos más sentimientos, más humanidad con todo aquello que nos rodea. Del mimo modo, poco a poco, el años 2020 se va marchando dejando una estela de incertidumbre, dudas y miedos. Sin embargo, muchas son las personas que aún no quieren o asimilan que el verdadero enemigo sigue estando en la calle. La Covid-19 sigue viviendo en todos los rincones del mundo, pero muchas personas parecen olvidarse que el virus sigue contagiando y matando gente. Las playas abarrotadas y las medidas protocolarias sanitarias, en el olvido por muchos jóvenes, pero también, en personas mayores.

Llegó como gladiator y fracasó en su primera intervención

Blas Gabriel Trujillo de Armas, actual Consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, nombrado por el del Presidente Víctor Torre y seguramente aconsejado por Román Rodríguez, vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, llegó avalado como un diamante en bruto por su gran experiencia en la gestión pública y política de Canarias. Sin embargo, su experiencia en las primeras semanas al frente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, no ha podido ser peor. Cierto es, que meses antes me habían hablado muy bien de este hombre. Me lo pusieron en un pedestal. Es decir, humilde, dicharachero, excelente gestor y con una experiencia exquisita en el ámbito laboral y político.

El guión de un nuevo día es incierto

Cada día es una nueva oportunidad, un nuevo amanecer, pero también un nuevo comienzo de vivir, especialmente en un mundo globalizado y afectado por un virus asesino fabricado de algún lugar del planeta tierra. Bien de manera intencionada o accidental. Lo cierto es, que la vida de millones de personas ya no será la misma, aunque para ello se intente seguir viviendo de una manera normal. El guión de un mañana o de un futuro, es imprevisible e incierto. Hacemos un esfuerzo para que todo sea igual que hace cuatro meses atrás, pero no podemos engañarnos ante una situación tan real y peligrosa como la que actualmente estamos viviendo en este comienzo de siglo XXI.

El verano y la euforia de la sociedad española

El verano llegó y con ello millones de personas se han lanzado frenéticamente a las distintas playas de la geografía española. Sin duda, el confinamiento de meses atrás, motivado por la Covid-19, significó un precedente nunca visto en la nueva generación y parte de aquellos mayores que el coronavirus se llevó. Un comienzo de siglo XXI que muchos no olvidaremos, especialmente porque el estar recluido varios meses en los hogares familiares, ver el ejército patrullando por las calles, policías, las ciudades vacías y millones de negocios cerrados, fue deprimente y dañino para muchas personas de manera psicológica. Es por ello, que todos estábamos necesitados y deseados de salir de ese estado de alarma que el Gobierno de Pedro Sánchez impuso en su momento.

Nacho "El Gofio": personaje de otro tiempo

En aquellos años, donde actualmente está ubicado el Edificio Príncipe Felipe, frente al Mercado de Nuestra Señora de África, estaba el antiguo reformatorio llamado: Colegio San Gabriel. Una memoria histórica que parece ser olvidada en el transcurso del tiempo, pero que aún pervive en aquellas personas que siguen actualmente vivas. Sin duda, el índice del umbral de la pobreza en Canarias en los años sesenta era muy alto, motivando que muchas familias de las clases más pobres de la sociedad isleña no pudieran mantener a sus hijos. Por tal motivo, se creó el citado centro, recluyendo a niños de reforma y protección.

La confianza puede ser nuestro peor enemigo

Todo parece indicar que el mundo a vuelto ha la normalidad, a su forma de vivir como lo hacíamos anteriormente. Con la llegada del verano, millones de personas se lanzan desesperadamente a ocupar las playas del Mediterráneo y del Atlántico. De pronto, el coronavirus parece ser que ha pasado a un segundo plano. Muchas personas parecen haber olvidado que todavía tenemos que seguir viviendo con el virus pandémico. Un virus, que sigue estando en todos los rincones del mundo y que en cualquier momento, si no respetamos las normas y protocolos sanitarios, podría volver como un repunte mucho más fuertes que hace tres meses anteriores. Tenemos que tener en cuenta, que la COVID-19 llegó al planeta tierra en una especie de espejo, de manera metafórica, con el objetivo de demostrarnos en realidad lo vulnerable que somos ante las leyes del universo o por la creación de un virus pandémico nacido de un laboratorio humano.

Se avisó con tiempo, pero no se le puso importancia

En estos momentos del comienzo del siglo XXI, el futuro de cualquier país en el mundo es totalmente incierto, especialmente porque tendremos que vivir con la COVID-19 hasta que se logré la tan deseada y esperada vacuna. Es por ello, que el futuro de la raza humana es una verdadera incógnita, obligándonos a vivir, pensar y trabajar en el presente, pues la presencia del coronavirus y el confinamiento, motivó dejar grandes secuelas en el tejido empresarial y económico, previéndose un largo camino para recuperar la normalidad económica y empresarial.

Los niños en el mundo en época de pandemia

En un estudio elaborado por la Organización humanitaria Plan Internacional, refleja la preocupación por los efectos que esta causando el coronavirus en el mundo. Sin duda, vivimos unos momentos de preocupación y de incertidumbre, donde tendremos que saber vivir con la COVID-19 hasta que la Ciencia sea capaz de descubrir la tan deseada vacuna. Los efectos causados hasta ahora por el coronavirus son aterradores y preocupantes, no exentos de muertes, histerias y miedos.

¿Cambiaremos tras la crisis pandémicas?

Un artículo de la periodista, Guadalupe Bécares, en la revista digital Ethic Magazine; me atrajo por la importancia de su contenido con respecto al futuro de la humanidad, teniendo como referencia el coronavirus y el cambio climático. Sin duda, vivimos tiempos de miedos, histerias y de incertidumbres, pero con la esperanza de vivir en un mundo mejor, siempre y cuando el futuro, el mañana, nos permita darnos la oportunidad de saber valorar en el escenario terrestre donde vivimos. ¿Cambiaremos tras las crisis pandémicas bacteriológica y económica?


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