Cuando muere un anciano, muere una biblioteca de la vida

Sin duda, muchos son los héroes de esta etapa pandémica de la COVID-19 en todos los rincones del mundo. Un comienzo del siglo XXI marcado por un virus invisible e inteligente, pero cruel y sin sentimientos con la raza humana, especialmente con aquellas personas mayores de sesenta años. Una cifra de víctima en España que supera más de 27.000 muertos por la COVID-19, no exentas de otras patologías y de los grandes y graves errores del Gobierno español. No es hora de buscar culpables, pero sí de tener la memoria fresca de todo lo sucedido desde un principio.

¿Cambiará el mundo o cambiaremos nosotros?

Muchos nos preguntamos: ¿cómo será el mundo después de erradicar la COVID-19? Una pregunta que queda en el aire, puesto que todavía el coronavirus sigue entre nosotros. De momento algunos países lo están controlando. Mientras que otros, aún siguen siendo desvastado por el virus pandémico. ¿Cambiará el mundo o cambiaremos nosostros? En un artículo publicado por Lise Kingo, CEO y Directora Ejecutiva del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, publicado originalmente en GreenBiz el 10 de abril de 2020, en el periódico digital Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, cuyo título destaca: ¿Cómo será el mundo después del la COVID-1; no deja de ser sumamente interesante para el lector.

Ahora somos aprendices de un nuevo mundo

Vivimos tiempos de incertidumbres; de miedos y de preocupación. Ya no hablamos como antes; nos distanciamos y evitamos cruzarnos con las personas. Incluso, de los amigos. Todos tenemos miedos de infectarnos y contagiarnos entre nosotros mismos. Las miradas a través de las mascarillas delatan histerias, miedos y pánico, motivado por una nueva forma de vivir en un mundo que ya no es como antes.

Ahora muchos quieren ser brujos sin conocer las hierbas

El COVID-19 sigue siendo en gran protagonista de este comienzo de siglo XXI, pero también el gran terror para los seres humanos. Un mundo, donde se esta viviendo momentos de histeria, miedo y terror. Opiniones de todas parten nacen desde cualquier rincón del mundo sobre el coronavirus. Las redes sociales se llenan cada segundo del día, con el objetivo de plasmar las opiniones de todos los sectores que viven en las respetivas sociedades. De repente, muchas personas se están convirtiendo en brujos sin conocer las hierbas. Es decir, millones de personas opinan sobre el COVID-19 como si fuese algo que ya conocían anteriormente. Informaciones convertidas en bulos siguen intoxicando las redes sociales, con el propósito de buscar protagonismos que no conducen a ninguna parte.

Esta lección nos hace más fuerte

Sin duda, el protagonista de este comienzo del año 2020 ha sido el COVID-19. Nunca imaginamos, concretamente en el 2019, en la despedida del año viejo, con las copas de champán alzadas, un brindis por un Nuevo Año 2020 lleno de salud y felicidad. Quién iba a imaginar que un virus francotirador estaba tan cerca de todos nosotros, del mundo entero. Lo que al principio la mayoría de los países, incluyendo España, pensaron que era una simple gripe de temporada, resultó ser un virus invisible asesino mortal. Por vez primera, una nueva generación y gran parte de personas mayores, hemos vivido una nueva experiencia de miedo, confusión y de confinamiento, lo que ha provocado inquietudes y cierto desorden mental en muchas personas.

El universo tiene sus propias leyes

La vida de todo ser humano es una radiografía que la vida te hace a través de las etapas en las que estamos viviendo. Hasta ahora pensábamos que la tierra era propiedad nuestra, pero no nos dimos cuenta que solo nos pertenecía unos cuantos metros Incluso, muchos de ellos de ellos no han tenido absolutamente nada. Tantas luchas por las conquistas de los territorios y fronteras; guerras, religiones, castas, riquezas, para que al final un virus llamado COVID-19; nos haya demostrado que somos tan débiles como cualquier hoja de un árbol cuando en viento la abofetea.

¿Seremos más humanos en un mundo renovado?

El mundo, la tierra, el medio ambiente y la naturaleza dijeron: ¡BASTA¡... y de repente la vida cotidiana del día a día de los seres humanos se paró en el tiempo, en el instante. La presencia de un nuevo virus de este comienzo de siglo XXI, denominado como COVID-19, ha sido el causante para que el mundo se viese alterado y alarmado ante la violencia silenciosa de un virus invisible, pero asesinos como es el coronavirus. De pronto, el mundo entero se ha visto en la obligación de atrincherarse o refugiarse en sus respectivos hogares, con el objetivo de evitar posibles infecciones o contagios que les lleven a la muerte. Sin embargo, y pese a las medidas sanitarias recomendadas, miles de muertes se han producidos en todo el mundo, especialmente en las residencias de ancianos, los cuales han sido los más vulnerables ante el acoso pandémico del coronavirus.

Entre todos podemos vencer al presente y afrontar al futuro

El mundo ha tomado un nuevo giro, un nuevo cambio. El COVID-19, ese virus invisible asesino, es el culpable que los cinco continentes del mundo estén en estos momentos sufriendo sus secuelas. De momento, las cifras reales de muertes en el mundo por el coronavirus no las sé exactamente, pero intuyo que deben de ser numerosas, especialmente porque muchos países no quieren informar de ello con transparencia y objetividad. Sin duda, mucha información es la que se oculta detrás de cada bandera de los países del planeta tierra. Mucho se habla de las pandemias que a lo largo de los siglos han invadido nuestro planeta, pero para nosotros, esta nueva generación del comienzo de siglo XXI, es algo novedoso y sin precedente en la historia de nuestras vidas. Un virus inteligente, que desde el primer momento ha tenido como objetivo prioritario a las personas de edades avanzadas. Aquellos/as, con un metabolismo más frágiles, con diversas patologías y defensas bajas.

Por un nuevo cambio más humanizado

Un nuevo amanecer vislumbra desde las ventanas de mi habitación, rendida al confinamiento, un día gris y desolado por el virus asesino COVID-19. La ciudad, como días anteriores, muestra una imagen desierta, pero con la presencia de más aves y menos contaminación. El mundo ya no podía aguantar más. El cambio climático, la contaminación, la invasión del plástico, el capitalismo y consumismo, y las guerras, todo llevado a cabo por la mano del ser humano, hizo que el planeta tierra diera un giro violento y sorpresivo. Ha tenido que ser un virus diabólico, inteligente engendrado por la madre naturaleza o por un laboratorio experimental humano, el que haya puesto en guardia a todos los continentes del mundo actual de este comienzo del siglo XXI.

Los abuelos: las grandes personas en los valores de las familias

En estos difíciles momentos por lo que el mundo esta atravesando; los abuelos representán un gran y maravilloso papel en los valores de las familias. Unos abuelos; que el virus asesino COVID-19, insiste en verlos como dianas para que los dardos envenenados del coronavirus les lleguen a sus corazones. Gracias a esos abuelos que aún siguen con vidas, muchas familias pueden ir a sus respectivos trabajos, al dejarles a sus nietos a sus cuidados.


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