04.02.2025 | Santa Cruz de Tenerife
La realidad migratoria que soportan Canarias y la Ciudad Autónoma de Ceuta no se corrige con un simple acuerdo puntual de reparto de los menores no acompañados. Un acuerdo esperanzado por las partes con la finalidad de aliviar la presión que soportan las dos Comunidades Autónomas. Pero, si simplemente nos referimos a aliviar la actual situación que padecen, asistiremos en pocos días, a ver nuevamente colapsado los recursos con los disponen estas administraciones autonómicas para atender a estos menores. No nos valen apósitos ante una situación tan sangrante y en la que está en cuestión el futuro de estos menores migrantes no acompañados. Niños y niñas que, tras una travesía mortal, han llegado a nuestras costas en busca de un futuro negado en sus países de origen, y que, tras su arribo la única realidad que están encontrando ha quedado reflejada en un continuo conflicto ideológico, en que el ego partidista de algunos ha tomado mayor valor que la sensibilidad y solidaridad hacia esta crisis humanitaria que están padeciendo.
Nos complace que, según hemos podido leer en algunos medios de comunicación, esta misma semana se tiene previsto avanzar en una solución sobre el reparto entre las distintas administraciones autónomas de estos menores. Un acuerdo, eso sí, de cuyo alcance y temporalidad desconocemos, por lo que nos atrevemos a cuestionar al señor ministro Don Ángel Víctor Torres que, si este pacto interterritorial de acogida va a tener un carácter puntual, en muy poco hemos avanzado. Porque las realidades que viven actualmente Canarias y la Ciudad Autónoma de Ceuta en el tema migratorio y, con especial mención, a los menores no acompañados, requieren de actuaciones dinámicas que ofrezcan a estos niños y niñas su custodia y educación que por derecho les son recocidas, permitiéndoles su integración social y convivencia como ciudadanos españoles de pleno derecho.
Colaboración que se debe mantener mientras se trabaja en ofrecerles a estas personas una solución real y efectiva en sus países de origen, permitiendo acabar, por un lado, con las mafias como las grandes beneficiarias de la migración ilegal, y por otro, con las incontables tragedias que se vienen produciendo frente a nuestras costas, en las que el número de fallecido durante el pasado año superó las 10.000 personas, según el informe realizado por Caminando Fronteras.