Los Realejos elimina una nueva barrera de su Casa de la Cultura.

10.08.2016. Los Realejos.

La Casa Municipal de la Cultura de Los Realejos es uno de los primeros edificios públicos del Norte de Tenerife que cuenta con un sistema de Lazos de Inducción o Bucle magnético, una de las ayudas más útiles para las personas con discapacidad auditiva usuarias de audífonos o implantes cocleares.

Según la Concejala de Nuevas Tecnologías, Laura Lima, “las personas que tienen una discapacidad auditiva se enfrentan a múltiples barreras de comunicación en su actividad diaria. Gracias a la tecnología actual y a su correcta utilización, éstas se pueden minimizar. El bucle magnético permite que las personas con cierto tipo de audífonos puedan aislar la palabra del sonido ambiente, permitiendo que puedan disfrutar de los espectáculos con la misma calidad que el resto de los espectadores”.

Para la edil de Discapacidad, Sandra Pérez, “con la colocación de este sistema, que se implantará en otras dependencias municipales, se pretende garantizar la accesibilidad de estas personas a todo tipo de espectáculos así como la comunicación y las relaciones interpersonales en espacios donde el ruido ambiente o la presencia de varios interlocutores, dificulta o impide dicha comunicación”.

El funcionamiento de este dispositivo, que ha supuesto una inversión superior a los 3.000 euros, es muy sencillo, es un sistema de sonido que transforma una señal de audio en un campo magnético que es recibido por los audífonos dotados de posición ‘T’ (Tele-bobina). La bobina de estos audífonos transforma el campo magnético nuevamente en sonido dentro de la oreja del usuario, aislado de reverberaciones y ruido ambiente. El resultado es la recepción de un sonido más limpio y nítido, perfectamente inteligible y con un volumen adaptado a las necesidades del usuario.

El Ayuntamiento de Los Realejos ha llevado a cabo esta iniciativa conjuntamente con Laborsord, una empresa perteneciente a la Fundación Canaria para el Sordo y con la colaboración de la Asociación Aicanar uno de cuyos miembros, un joven realejero de 17 años, fue una de las primeras personas con sordera de las Islas que recibieron un implante coclear.

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