12.04.2025 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
No oculto el graves problema que tenemos con nuestra Sanidad Pública de Canarias, pero también a nivel nacional, sobre todo porque desde hace mucho tiempo hubo un gran recorte económico que el sistema considero de pura necesidad. Todavía recuerdo, hace años, cuando estuve ingresado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria; cuyas enfermeras ya hablaban de la falta de mantas y almohadas. Sin duda, era el comienzo de una crisis sanitaria sin precedente, donde más tarde se consolidó como un gran problema sanitario. Lo cierto es, que en este comienzo de siglo XXI, ambos hospitales tinerfeños están carentes de personal y material sanitario, aunque el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria está mejor estructurado que el Hospital Insular de Canarias.
Por si fuera poco, el Servicios de Urgencias del HUC sigue siendo un gran problema para los valientes sanitarios/as y para los pacient es que acuden cada día al señalado servicio de Urgencias, lugar considerado como tercermundista. Es una pena y a la vez una vergüenza ver como está el edificio del Hospital Universitario de Canarias, con muebles muy viejos, sillas de ruedas viejas y desarmadas, falta de mantas y una estructura arquitectónica deteriorada por el paso del tiempo. Así mismo, cuando estuve ingresado recientemente pude hablar con varios sanitarios/as del problema que he comentado más arriba, pero no puedo decir sus nombres por secreto profesional. Hay una preocupación muy grandes en los profesionales sanitarios. Incluso, por el personal de limpieza.
Por otro lado, comentar que la isla de Tenerife ha crecido en habitantes y por ello el HUC se hace pequeño. Sin embargo, parece ser que el sistema político de Canarias no se ha dado cuenta. Así mismo, no descubro nada nuevo si escribo que este Hospital necesita ser reparado urgentemente, poner más personal, sobre todo en el Servicio de Urgencias, donde los pasillos están desbordados de pacientes de todo tipo de edades. Yo, que lo he podido sufrir en propias carnes, es tremendamente de locos ver como muchos pacientes de avanzadas edades gritan, se quitan los pañales, intentan abandonar el lugar que les han sido encomendados, bien en una camilla, si es que tiene esa suerte, silla de ruedas o en un sillón roto de tanto ser utilizado.
Así funciona actualmente nuestra Sanidad Pública en Canarias; aunque para muchos inmigrantes africanos que he visto en el HUC, el Hospital Universitario es una maravilla, sobre todo observando de donde vienen ellos, privados de una educación y de una Sanidad Pública. Señora Consejera, Señor Presidente del Gobierno de Canarias, tengan la bondad de pasar un día por los pasillos de Urgencias del HUC, aunque tengo entendido que la Señora Consejera de Sanidad estuvo de incógnita hace poco en el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias, quedando sorprendida, pero no por lo bien que funciona, sino por lo mal y vergonzoso como se encuentra el Servicio Sanitario de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias.