La castañera

24.12.2024 | Redacción | Micro cuento

Por: Pilar Medina Rayo

Autora del libro: Óbolos para Caronte

Una navidad más helando sus huesos. Allí estaba ella, fiel a su cita en la plaza Mayor.

“He vivido demasiados inviernos”, pensó la vieja castañera frotando enérgicamente sus manos sobre la lumbre del asador. Ella no tenía nada que celebrar.

Veía pasar a la gente. Todo el mundo sonriendo y repitiendo el manido sonsonete de "feliz Navidad"

—¡Paparruchas! Seguro que ninguna de estas felicitaciones tiene un ápice de sinceridad. Toda la dichosa noche oyendo lo mismo. Con una línea apretada por boca, se envolvió aún más en su viejo mantón de lana.

Tan perdida estaba en sus pensamientos, que ni se dio cuenta del joven matrimonio que llegó hasta que la mujer le pidió un cucurucho de castañas.

Observó cómo se lo entregaba a un niño muy pequeño, tapado con gorro y bufanda, diciéndole: "toma, para que te calientes las manos"

El pequeño se bajó la bufanda mostrando una sonrisa desdentada, después cogió una castaña y ofreciéndosela a la anciana le dijo "¡Feliz Navidad!"

Los ojos de la anciana brillaron por primera vez aquella noche. Tomó la castaña sonriendo, también, con una sonrisa desdentada…

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