La curiosa historia de cómo se conservó el cadáver Horacio Nelson

17.11.2025 | Redacción | Escrito

Por: Pilar Medina Rayo

Autora del libro: Óbolos para Caronte

La Batalla de Trafalgar resultó ser un combate particularmente brutal y sangriento. Como dijo un infante de marina inglés: "(…) mis ojos estaban horrorizados por la visión de los cuerpos destrozados y mis oídos retumbaban por los alaridos de los moribundos". Horacio Nelson murió en esa Batalla de un plomazo que le embarcó directamente en la barca de Caronte.

Nelson fue un vicealmirante de la Marina Real británica, mitificado por los ingleses hasta tal punto que casi parece una deidad. Tal fervor popular les hizo olvidar el infierno desatado por los canarios contra Nelson en Santa Cruz de Tenerife, en cambio, tras la victoria de Trafalgar, fue tratado con grandes honores y le levantaron un enorme monumento en Trafalgar square. Se trata de una columna de granito de unos 50 metros de alto y rematada con una estatua del vicealmirante de 5,5 metros. Esta columna es tan emblemática, que el propio Hitler planeaba llevárselo como trofeo de guerra a Berlín una vez conquistase Londres.

Pero Nelsón murió en la famosa batalla y en alta mar, por lo que surgió un problema con el que nadie contaba, ¿qué hacer con el cadáver?

El propio Nelsón le había pedido al capitán Thomas Masterman Hardy que no tirase su cuerpo por la borda, tal y como se acostumbraba a hacer con los marineros. En su caso, era necesario repatriarlo para que recibiese los correspondientes honores, el problema era cómo conservar el cadáver hasta llegar a tierra.

Y es aquí donde comienza La historia de cómo se conservó el cadáver de Nelson.

Los médicos de a bordo del HMS Víctory, el navío donde encontró su muerte, se vieron con un autentico problema. El barco había quedado muy dañado en su mástil, por lo que no había forma de colgar las velas que los hubiesen llevado rápidamente a Inglaterra, además, un huracán se perfila en el horizonte, por tanto ¿cómo evitar la descomposición del heroico cadáver?

La solución vino de la mano del cirujano de abordo William Beatty, quien parece que le dijo al resto de sus colegas "Creo que sé cómo hacer esto" y, ante la falta de más ideas, sus compañeros de oficio confiaron en su habilidad. Beatty recordó que el cadáver de Alejandro Magno había sido trasladado en una vasija de barro llena de miel, para así evitar la putrefacción, pero había un nuevo problema, no tenían miel.

No obstante, Beatty no se desanimó y pensó en que la forma de conservación de los especímenes científicos en alcohol podría servir para el cadáver de Nelsón, por lo que ni corto ni perezoso, metió el cuerpo del difunto en un barril lleno de brandy.

Y ahí viajó el vicealmirante, primero hasta Gibraltar para que el HMS Víctory pudiera ser reparado, tardando casi una semana en llegar ya que debido a los graves daños que el barco presentaba tuvo que ser remolcado. Una vez recompuesto, pusieron rumbo a Inglaterra. En total dos semanas de viaje en los que el cadáver navegó metido en ese barril de licor.

El encanto de la historia radica en "la historia de después". Por fin, el HMS Víctory, junto con el preciado cadáver, llegaron a Inglaterra. Presto abren el barril para sacar al finado, y es entonces cuando tiene lugar una sorpresa totalmente inesperada: faltaba más de la mitad del líquido elemento.

La explicación la encontramos en la propia tripulación que decidió echar algún que otro trago de la cuba, después de lo que habían vivido ¡Qué más da que dentro del barril hubiese un muerto!, aunque fuese el propio Lord Nelson. Ya se sabe que el muerto al hoyo y el vivo al bollo o, en el caso que nos ocupa, al brandy.

Posteriormente, en la jerga popular al ron marino (que era la bebida típica que llevaban a bordo, aunque Beatty utilizó brandy por considerarlo mejor opción de conservación debido a un mayor porcentaje de alcohol) se le empezó a llamar "Nelson's Blood" o "Sangre de Nelson" en clara alusión a la curiosidad aquí narrada, y que hacía una frívola comparación con el vino usado en Comunión como sangre de Cristo, y

Todo lo aquí narrado, se ha podido saber gracias a que, en 1807, Beatty explicó todo el proceso en su libro: "Narrativa auténtica de la muerte de Lord Nelson".

Finalmente, el karma actúo. Nelsón, quien tuvo muchos vínculos con España, y muy desagradables para él, lo que nunca pudo llegar a imaginar en vida, es que su cadáver sería conservado en un barril de brandy ¡español!

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