Todo pasa

30.11.2023 | Redacción | Relato

Por: Magdalena Barreto

mividaenretales.blogspot.com

Aquel día me caí. Tropecé porque no vi la piedra. La había movido tantas veces de lugar, que olvidé que estaba allí. Es lo que tiene mantener las piedras en el camino en lugar de retirarlas en el momento que empiezan a estorbar.

Y me hice daño, se me pelaron las rodillas pero también se me peló el alma. Dolía como cuando te golpeas el dedo meñique del pie contra la cama. De repente todos tus zapatos aprietan porque el dolor se concentra en ese punto y sientes que ya no son de tu talla. Hasta que se cura.

Igual pasa con el alma cuando se abren las costuras. Duelen los pliegues, sientes que te desangras, pero de repente un día duele menos hasta que se endurecen las llagas.

Durante ese proceso te rompes, te desarmas, te recolocas...pero una mañana te levantas y te sorprendes haciendo planes. Aireas los cajones para organizar nuevos proyectos, ordenas las emociones y tiras a la basura lo que ya no sirve, incluida tu colección de piedras.

Y sí,-" todo pasa"- como me dijiste. Ahora te toca a ti buscar un zapato que no te apriete y ventilar las ranuras del alma. Posiblemente encontrarás otras piedras y te saldrán otras llagas, pero de todo se sale, de todo se aprende, todo pasa y todo lo que nos pasa, consigue hacernos más fuertes. Ya sabes lo que dice el refrán: "caerse está permitido, levantarse es de valientes".

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Magdalena Barreto González.

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