Tumbada en la arena

25.09.2023 | Redacción | Reflexión

Por: Inmaculada Fuentes Ballesteros

Autora del libro: "La noche que cambió mi vida"

Estaba tranquila, tumbada en la arena, absorta en mis pensamientos, dejando que el sol acariciara y alimentara mi piel pero..., tu no parabas, no lo dejabas estar.

Tu incesante ronroneo no me permitía permanecer atenta a los temas que me rondaban y me golpeaban desde dentro.

Sabes de sobra que al acudir a ti estoy perdida, no vas a dejar que siga inmersa en lo que debo olvidar.

Me conoces bien y sigues provocándome con tu vaivén incesante, con tu aroma embriagador, con ese sonido que me arrulla, me hipnotiza, y me desarma por completo.

-Vamos, déjalo ya, juega conmigo- te puedo escuchar -¿ es que no me oyes, o me vas a ignorar?- me sigues provocando- no te resistas, sabes que tienes la batalla perdida..., que voy a ganar- insistes sin cesar.

Si..., me conoces demasiado bien, sabes que no lo puedo evitar.

Me levanto, despacio alcanzo la orilla y sumerjo mis pies -mmmm, que fresca estás- pienso mientras sigo adentrándome realizando mi ritual...; me mojo las muñecas, me refresco la nuca y deslizo mis dedos por mi cabello mojando también la cabeza.

Espero el momento en el que me abres los brazos en forma de ola y me dejo llevar.

Sumerjo mi cuerpo, y me envuelves por completo mientras disfruto del placer de sentir tu reconfortante tacto por toda mi piel.

Ya lo has conseguido..., una vez más me tienes a tu merced.

Nado con calma, y con cada brazada puedo sentir como desaparece la tensión que atenaza mis músculos..., con cada respiración puedo notar como me lleno de energía y descargo el abatimiento, y al sumergir la cabeza,puedo percibir el silencio que me rodea..., que me abstrae y me distrae..., que me orienta de nuevo y me centra el espíritu.

Lo has vuelto a lograr..., si, me conoces bien..., sin duda.

Renovada me encamino de nuevo hacia la orilla..., me acompañas hasta el final acariciándome con tu balanceo..., con tu coqueta oscilación...

De nuevo me tumbo en la toalla pero ya no soy la misma.

El sol vuelve a calentar mi cuerpo que ahora hasta parece más ligero..., ya no hay tensión, ya no hay reproches, ni dudas, ni mal humor...

Ahora disfruto de lo que me rodea..., de ti, de mi..., vuelvo a ser la dueña de mis decisiones, de mis pensamientos pero sobre todo..., vuelvo a ser la dueña de mis sentimientos...

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