Algunas consideraciones sobre el "asunto catalanista".

05.10.2017. Redacción / Opinión

Por:Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

No sé si sabré explicarme de manera clara y diáfana sobre el desgraciado "asunto catalanista", pero espero no fracasar en el intento, al tratar de comparar al descerebrado del presidente de aquella comunidad autónoma del noreste de la España continental, el tal Carles Puigdemont, con un hijo de una familia acomodada --muy mimado por cierto-- que quiere independizarse del hogar paterno, porque parece estar hasta los mismísimos de sus progenitores.

Esa aspiración de independizarse es incluso hasta respetable, pero dentro de unos cauces razonables, atendiendo a las reglas del juego impuestas por la familia del sujeto. Pero no, resulta que este joven quiere irse de la casa común, pero sin asumir sus responsabilidades, ni aceptar las normas aprobadas democráticamente por todos los miembros del clan.

El chiquito quiere coger la puerta, pero imponiendo condiciones, como por ejemplo, que sus padres (el Estado español) sigan manteniéndole económicamente, que la madre le continúe lavando y planchando la ropa, que su padre le abone el alquiler del piso, que le pague sus estudios y que encima le abonen una pension para hacer frente a los gastos de ropa y manutención.

Pues esto es, ni más ni menos, comparable con las pretensiones de los independentistas sediciosos, y encima gran parte del pueblo catalán ignora que esa aspiración está auspiciada desde las alcantarillas de la oligarquía corrupta de aquella región española, en un intento desesperado para que, una vez declarado unilateralmente el "nuevo Estado" se apruebe una amnistía general a esta partida de delincuentes políticos, sociales y económicos, por los numerosos casos de mamaderas de dinero del erario de todos los ciudadanos.

Estos golpistas indeseables están poniendo en práctica una propaganda basada en convertir situaciones falsas en verdaderas, para que el pueblo se las termine creyendo, al más puro estilo de los nazis en la II Guerra Mundial, con el perverso ministro Joseph Goebbels a la cabeza.

Y si no es cierto lo que afirmo, que alguien me diga dónde coño están los informes y partes médicos de las novecientas personas que resultaron "heridas" por la Policía Nacional y la Guardia Civil el día del ilegal referendum. Mucho están tardando los máximos responsables del Gobierno Autónomo de Cataluña en detallar dónde fueron atendidos y luego ingresados en centros hospitalarios tal cantidad de lesionados por las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles.

No se puede jugar con tantas trampas y falsedades. Todo ello me confirma que lo del "procés" es algo lamentable y nada serio. Y además de consecuencias muy inciertas y peligrosas.

 

Paco Pérez

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