24.04.2023 | Redacción | Opinión
Por: Óscar Izquierdo
Presidente de FEPECO
La Incapacidad Temporal, IT, más conocida como baja laboral, es según el Ministerio de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España, la “situación en la que se encuentran los trabajadores impedidos temporalmente, para trabajar, debido a enfermedad común o profesional y accidente, sea o no de trabajo, mientras reciban asistencia sanitaria de la Seguridad Social. También, tendrán la consideración de situaciones determinantes de incapacidad temporal, los períodos de observación por enfermedad profesional, en los que se prescriba la baja en el trabajo durante los mismos”. Las causas son: enfermedad común o profesional, accidente, sea o no de trabajo o período de observación de enfermedades profesionales, cuando sea necesaria la baja médica. Es decir, hay dos requisitos que se tienen que producir necesariamente para que se pueda emitir una baja laboral: primero, que la enfermedad impida realizar el trabajo y segundo, que se precise asistencia sanitaria. Dicho todo lo cual, hay que decir, en primer lugar, para dejarlo meridianamente claro y que no haya maliciosas interpretaciones, que cualquier enfermedad leve o grave, nunca, en ningún caso, se puede frivolizar, sino todo lo contrario, atender, comprender, ayudar y acompañar.
Otra cuestión distinta es la picaresca que sobreviene sobre las bajas laborales. FEPECO, como patronal de la construcción, es un verdadero observatorio, para saber cuando y donde se producen. Más de uno se preguntará el motivo. Lo explicamos a continuación. Todos los años, vamos siguiendo el recorrido municipal de la vendimia y de la recogida, principalmente de las papas o batatas, ya que empiezan a llegar a las empresas, bajas de forma continuada y conjunta de trabajadores, por dos tipos de padecimientos principalmente, lumbalgia y después, depresión. Lo más asombroso, y no estamos contando un cuento, sino una realidad vivida y experimentada en muchas empresas, en bastantes pueblos, es que se han visto a sujetos, que supuestamente dicen estar enfermos, pasar por delante de la empresa, con el todoterreno, cargado de cajas de papas o uvas. Es una realidad tangible, anual, ya como asumida con normalidad. Hace años, fuimos a plantear este problema que padecemos, a la Inspección Médica y la respuesta fue que, desde allí, no se podía ir en contra del diagnóstico del médico del Centro de Salud correspondiente. Puede ser que algún o alguna profesional de la atención primaria, tenga asegurada las papas y las uvas todos los años, sólo es un decir, no una afirmación.
Ahora vamos a la Administración Pública, encima que no funciona, ni sirve, estorbadora y bloqueadora de la actividad y del crecimiento económico-social de Canarias, también hay que sumarle junto al teletrabajo, demostración de la improductividad más absoluta, los miles de funcionarios que están de baja. El Gobierno Autonómico, no tiene ningún control sobre esta situación, desconoce el número exacto de empleados públicos que no están trabajando, por estar en situación de Incapacidad Laboral y menos lo sabe, desagregado por Consejerías o Servicios. Una verdadera anarquía burocrática. Además, también se da la coincidencia, que la gran mayoría de las bajas laborales son también por lumbago, estado patológico caracterizado por dolor agudo y persistente en la región lumbar, que debería hacer pensar al Ejecutivo, asumir urgentemente el gasto, aunque sea millonario, de la compra de sillas o sillones confortables o ergonómicos, porque después, eso redundaría en un ahorro importante al erario, al poder trabajar los funcionarios, sin deficiencias sentadoras, como reyes en sus poltronas.