Carta a mi amigo y a este País

30.04.2020 | Redacción | Opinión

Por: Manuel Romero Hernández

Un muy buen amigo escribía en su blog (aquí) esta semana sobre la crisis que está generando el SAR-COV-2. Coronavirus, Covid-19 y decía:  Si el problema se ha gestado por la inconsciencia individual y colectiva, de la cual todos somos cómplices, el desarrollo de la consciencia individual y colectiva es el único camino posible.

Esta es mi respuesta a mi amigo y a este país: 

Como desarrollar la consciencia individual lo deja claro en su post, es un especialista en eso, su formación,experiencia y éxito lo acredita. La conciencia colectiva es una cuestión de identidad de pertenecer a una comunidad y de identificación con el objetivo común. 

La identidad esta conciencia de pertenecer a una comunidad es la clave. Se logra desde lo individual como muy bien propone mi amigo, desde el conocimiento personal y desde la identificación que sin la pertenencia a una comunidad, a un grupo, no seríamos nada como especie. La crisis del Covid, es una crisis sanitaria y económica como consecuencia precisamente de la prevalencia del interés individual frente al colectivo, tanto entre países, como dentro. El gobierno americano se quedó con un cargamento sanitario que iba a Alemania, a España le pasó algo parecido. Dentro de nuestro país la gente hacía cola a tres de que abrieran los supermercados para hacer acopio y garantizarse su bienestar individual.  

La conciencia de pertenecer a una comunidad se logra también desde lo público, la pieza clave es la cultura política heredada de su historia. En Filipinas el gobierno autorizó disparar a los ciudadanos que se saltaban la cuarentena, eso para ellos es lo normal. En la India la policía golpeaba a los ciudadanos con la vara como hacían los ingleses. En Bolivia los sacaban en procesión por la calle. En España, nos han dejado encerrados con un decreto del gobierno que roza la legalidad. En Noruega, el gobierno sugirió el confinamiento voluntario a los ciudadanos, y estos lo aceptaron. 

La cultura política está dentro de nuestros genes, es un hábito, los gobiernos están formados por personas y por tanto, los que se han criado en regímenes autoritarios y han sido educados en una sociedad autoritaria lo llevan dentro y así se refleja en sus actuaciones. En España el primer día de la cuarentena pusieron a un militar en la televisión. A los extranjeros le llama la atención de crispación política que se vive en España a pesar de la situación de abismo económico y social en la que se encuentra el país. Los hábitos tienen la característica de hacerse invisibles para nosotros. No es fácil identificarlos cuando se manifiestan. La crispación política es parte de la historia de este país.

El proceso de identificación individual con lo colectivo requiere de un proceso de identificación con la sociedad y se empieza por la confianza. Las encuestas en España, a pesar de la desconfianza pública de muchos politólogos, sociólogos y ciudadanos con   director del CIS,  revelan que en España actualmente menos de la mitad confía en la actuación del gobierno en la actual crisis, en Noruega es el 89% de la población.. 

En Noruega el cultivo de la confianza está recogido en una ley (aquí) me cuenta un buen amigo noruego:  el gobierno promoverá el uso eficaz de los recursos de la sociedad y deberá contribuir a  actuar con integridad para que el los ciudadanos tengan confianza en que la contratación pública se llevará a cabo de manera socialmente beneficiosa. Esta adquisición debe hacerse de manera socialmente responsable de salvaguardar consideraciones, entre otras cosas, la competencia, la delincuencia laboral, el medio ambiente, el clima y las condiciones sociales.

 La confianza de los ciudadanos, ese gana con el tiempo y con hechos. En España en el pasado los gobiernos han gobernado para unos pocos, por eso el resultado de la encuesta del CIS, por eso fue necesario un decreto y la amenaza de la sanciones para confinar a los ciudadanos.

¿Qúe han hecho diferentes a los nórdicos?  Me lo contó un danés,  La Acción Social. Los ciudadanos son activos cívicamente. Eso permitió hacer visibles sus demandas y que se integraran directamente en las políticas públicas y también permitió que los activistas se integraran en los gobiernos y en los partidos políticos consolidando sus demandas. Humildemente añadiría esta sugerencia a tu post querido amigo Paco. 

Manuel Romero Hernández

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