Compartir las tareas domésticas

05.06.2018. Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

La sociedad actual en algunas cosas está cambiando para bien y, por fortuna, cada día, aunque lentamente, la España cañí y machista está dejando de serla, entre otros motivos porque la mujer ya se ha incorporado plenamente al mercado laboral y no está encerrada en casa, como antaño.

A mí me encanta ver cómo las parejas actuales comparten plenamente las tareas domésticas. Tal vez los de mi generación fuimos los precursores de empezar a realizar algunas de esas labores y a mucha honra, como quien dice.

Recuerdo que mi abuelo, mi padre o mi suegro eran incapaces de cambiar un pañal a uno de sus hijos pequeños, por ejemplo, y por no saber (o por no querer saber, más bien) no sabían cómo se freía un huevo en una sartén.

No digamos nada de otras labores domesticas como lavar la ropa a mano o planchar unos pantalones. Y es que, además, estaba mal visto que un hombre supiera coser un botón de su camisa o, incluso que fuera a la venta de la esquina a comprar cualquier cosa, porque "eso" eran "cosas de mujeres".

Prefiero como funcionan las parejas de hoy. Si se convive con otra persona es lógico que los dos apechuguen con las tareas. En mi casa, normalmente, soy yo el que friega todos los días la loza y no tenemos lavavajillas porque no creemos que dos personas tengan que recurrir a ese electrodoméstico.

La cama la hacemos entre los dos, porque se hace más rápido y con mayor comodidad. Suelo también poner la mesa y preparar los desayunos para el día siguiente desde la noche anterior y muchos días se lo llevo a mi mujer a la habitación, para que luego siga descansando un rato más. A mí no me lo lleva ella, porque no me gusta comer nada en el cuarto de matrimonio.

También vamos de compras juntos y tenemos una pegatina en la puerta del frigorífico donde vamos apuntando las cosas que hacen falta. Y así, en casi todo. La parienta, eso sí, se encarga de los medicamentos de ambos. Ella se sabe de memoria la medicación diario de cada uno, con lo que yo me he quitado esa responsabilidad.

¿Ven cómo la sociedad va avanzando poco a poco en cuanto a igualdad de género? Pues espero que los machistas que aún quedan pululando por ahí tomen ejemplo y apechuguen. Que ya es hora. Como afirma el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena.

 

Paco Pérez

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