17.10.2022 | Redacción | Opinión
Por: Óscar Izquierdo
Presidente de FEPECO
El equilibrio regional, en un Archipiélago como el nuestro, tiene que venir dado por el trato respetuoso, además de digno a cada isla, donde cada cual debe ser considerada, en todos los ámbitos, según sus necesidades y principalmente, por las urgencias que demanda. Por eso, cuando apostamos por la simetría en Canarias, se debe entender, dar a cada isla lo que necesita, sin tener, por obligación, que hacer contrapartidas en lo mismo con las demás. Siempre se ha dicho, que cuando en una familia hay varios hijos, cada uno, tiene sus particularidades, que obligan a un comportamiento diferenciado, que no significa ningún privilegio o desprecio, sino precisamente, todo lo contrario, justicia verdadera. Para entendernos fácilmente, hay que dar más a quien menos tiene y entregar menos al que más disfruta y así se va igualando.
Los partidos y los políticos están en modo electoral, por eso ahora hay que hacerles poco caso o ninguno, porque todo son buenas intenciones, promesas, muchas veces repetidas desde hace años, propuestas novedosas, populistas, espectaculares, reivindicaciones gastadas y en algunos casos hasta creíbles. Ya están los motores en marcha y las declaraciones de intenciones abundan por doquier.
El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo que será el candidato del PSOE al Cabildo, ha manifestado que tiene la “sensación, y así lo demuestran los datos, que Gran Canaria, que era el motor económico de Canarias, era la que tiraba de la economía, era la más activa en la generación de PIB, a partir de los años 90 empezó a perder fuelle y hoy no es esa isla. Ha perdido esa capacidad de liderazgo, a pesar de que tiene elementos como su capital, que es un activo económico muy importante y que está con una renta per capita muy por encima de la media” además, insiste en que “ha perdido capacidad de liderazgo y debe volver a ser motor de la economía de Canarias”. Otro caso para reflexionar, son las declaraciones de Lucas Bravo de Laguna, presidente del partido político Unidos por Gran Canaria, que dice que su isla "aporta el doble de recursos que Tenerife" y a la vez es "la que más necesidades tiene sin cubrir", señala que "Gran Canaria seguirá siendo una isla solidaria, pero no se puede consentir que, siendo la isla que más aporta, y con mucha diferencia, siga siendo la que más necesidades sociales tenga por cubrir". Por último, las declaraciones en el Parlamento, del secretario regional del PP en Canarias, Poli Suarez, que fue alcalde del ayuntamiento de Moya, donde se queja del estado actual de los proyectos de infraestructuras viarias en Gran Canaria. Sin vergüenza y con mucha arrogancia, se mira el ombligo, olvidando la situación alarmante que padecemos en Tenerife con las carreteras, demostrando una insolidaridad máxima, insistiendo en que hay que seguir invirtiendo y ejecutando obras públicas en su isla.
Estos ejemplos escenifican lo que pasa en nuestra Comunidad Autónoma. Cuando se defiende la isla de Gran Canaria, por parte de sus políticos, por cierto, con valentía y coraje, siendo ejemplares, se ve normal, creo que así debe ser y los felicito sinceramente. En cambio, en Tenerife, hay una especie de complejo de inferioridad o amilanamiento de políticos y otros actores públicos, que no amparan a nuestra isla públicamente, como tendría que hacerse y cuando sigilosamente se atreven, lo hacen con la boca chiquita, por miedo a que los llamen insularistas, cuando es precisamente esa actitud vivencial, lo que da fortaleza a cada isla y si no, que miren a la isla de enfrente y que aprendan.
Imagen de archivo: Óscar Izquierdo, presidente de FEDECO