El Almirante Nelson, el General Franco y Tenerife.

16.03.2017. Redacción.

Por: Paco Pérez.

Aunque parezca que no tienen similitudes, el almirante británico Horacio Nelson y el general español Francisco Franco Bahamonde tenían algunas cosas en común

Nacidos en lugares distintos (uno en Inglaterra, el otro en Ferrol, Galicia) y en siglos diferentes (el primero en el XVIII y el segundo a finales del XIX) sí es verdad que tienen ciertas cosas en común.

Ambos fueron militares del prestigio, Nelson almirante de la flota del Imperio británico y Franco el general más joven de Europa en su tiempo, con sólo 34 años de edad. Los dos tenían ideas imperialistas, porque el inglés vivió en pleno desarrollo y expansión de las colonias de la Corona de su país y el gallego porque intentó hacernos creer que España era la reserva espiritual de todo el Occidente mundial, ¡casi nada¡

Los dos militares fueron prácticamente invencibles en sus acciones bélicas, el británico conquistando con su flota algunos lugares estratégicos del planeta y el español matando moros a diestro y siniestro en el Guerra de Marruecos, y años más tarde dirigiendo desde Burgos las acciones más crueles y sanguinarias de la Guerra Civil española durante tres largos años de nuestra triste historia, merecedora de ser olvidada, por las numerosas acciones de enfrentamientos fratricidas.

También es de destacar que ambos sufrieron importantes heridas en acciones bélicas. Sir Horacio Nelson perdió un brazo en su intento de conquistar Tenerife, cuando se encontraba a bordo de su buque en la bahía de Santa Cruz el 24 de julio de 1797; y a Francisco Franco le explotaron con un certero tiro uno de sus testículos en los años veinte del siglo pasado en Marruecos, bajo protectorado español.

Fueron ambos militares muy osados y ambiciosas, que tuvieron una relación muy directa con Tenerife. Aunque no hayamos caído en la cuenta de que el almirante se acordó durante el resto de su vida de la contundente derrota sufrida en aguas santacruceras; y el generalísimo (como el se autodenominó más tarde) planeó desde la Comandancia Militar de la Plaza de Valeriano Weyler, en la capital tinerfeña el golpe de Estado contra la II República, que llevó a cabo en la madrugada del 17 al 18 de julio de 1936.

Mi difunto y querido padre siempre decía, y no dudaba en afirmarlo, que los canarios (los tinerfeños, para ser más concretos) hemos cometido dos graves equivocaciones históricas: la primera, no haber dejado entrar en la Isla a don Horacio Nelson en 1797; la segunda, haber dejado salir de la Isla a don Francisco Franco en 1936. Buena sentencia la de mi progenitor, ¿no creen ustedes?

pacopego@hotmail.com

Paco Pérez

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