El carnaval como negocio

03.03.2019 | Redacción | Opinión

Por: Paco Pego

pacopego@hotmail.com

El Carnaval, como cualquier fiesta importante, es un negocio, porque crea una gran actividad económica y una destacada bolsa de empleo, aunque sea sumergido, en los lugares donde se celebra.

Muchas familias el área metropolitana tinerfeña, en especial, viven todo el año para y por estos festejos paganos. Gente que trabaja para las fiestas gran parte del año, cuyo trabajo es una fuente fundamental de sus ingresos.

Hay muchos colectivos de profesionales que dependen del Carnaval: comerciantes de telas, tejidos y disfraces, diseñadores y costureras de los trajes y fantasías de distintos grupos que concursan: rondallas, comparsas, murgas, agrupaciones musicales, disfraces individuales y por grupos, etcétera, así como los trabajadores eventuales que montan escenarios y organizan diversos eventos.

También viven de estas fiestas invernales cantantes de renombre y artistas isleños, así como diversas orquestas que tocan e interpretan piezas musicales en los numerosos escenarios dispuestos en las calles.

No hay que olvidar a los feriantes itinerantes, que recorren media España acudiendo a las principales fiestas y no se olviden del sector turístico (hoteles, coches de alquiler, guías, restaurantes) que hacen su particular agosto en pleno invierno, además de la promoción que se hace de la Isla a través de medios de comunicación españoles y de diversas partes del mundo.

Por todo ello y por otras múltiples razones, el Carnaval representa un negocio fundamental para diversos sectores económicos y para colectivos profesionales y laborales que dependen de una de las más importantes fiestas que se celebran anualmente en Tenerife y en Canarias.

#carnaval2019

Paco Pérez

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