El Club de la elite de ATI.

15.03.2017. Redacción

Por: Paco Pérez

En Tenerife hay determinados miembros de la vieja ATI, que forman un verdadero club de elite social y que son los asiduos asistentes a fiestas y celebraciones privadas organizadas por ellos mismos, que suelen ser gente acaudalada, con grandes recursos económicos, que poseen multitud de empresas y que ejercen un oculto pero fáctico poder en las clase política gobernante en Tenerife y en el Archipiélago y que influyen en muchas decisiones importantes, casi siempre en beneficio propio, como no podía der de otra manera (frase esta última muy utilizada, dicho sea de paso, por muchos políticos actuales, en sus intervenciones públicas).

El grueso de asistentes a estas celebraciones familiares está siempre formado por los mismos clanes familiares, que aparentemente mantienen unas excelentes relaciones sociales, pero que se disputan muchas parcelas de poder y el gobierno de muchos sectores empresariales, eso sí, con la máxima elegancia y finura, aunque en ocasiones alguno se rebela, por demasiado ambicioso, y saca el puñal y el trapo, para asestar un intento de homicidio a un miembro de otro clan, aunque esto no suele ocurrir en condiciones normales, a no ser que algún atrevido se salte las normas prestablecidas de antemano y el club de esta élite decida actuar en consecuencia.

Ustedes ya me entienden, es algo parecido a la sociedad siciliana, napolitana o calabresa, donde se respetan las normas y hay como un código de no agresión y o normal es que exista una convivencia pacífica, a veces en defensa de los intereses de cada uno de los miembros, que en el fondo son los mimos.

Así, es muy usual que en estas fiestas estén presentes destacados empresarios, dirigente políticos de la Coalición Canaria más profunda, destacados ejecutivos de los clanes familiares y hasta destacados miembros nacionalistas del Gobierno de Canarios y parlamentarios regionales y nacionales, incluyendo a algunos destacados militantes del PP, que también asisten a estas celebraciones.

Se trata de un club muy reservado, en el que no se admite a toda clase de gente, por lo que están excluidos como socios algún empresario de origen sirio, algunos constructores con mucho patrimonio y dinero en los bancos, así como antiguos emigrantes a Venezuela que hicieron fortuna en la llamada octava Isla y que han creado verdaderos emporios en las Islas, pero que no tienen pedigrí suficiente como para ser admitidos es en este selecto club.

Por el contrario, en Gran Canaria hay varios clubes de poderosos y no son tan mirados a la hora de admitir a sus socios, porque sus miembros son menos elitistas, los lobbies están más repartidos y son mucho más pragmáticos. Por eso aquella Isla progresa y la de Tenerife está completamente estancada. Creo que me he expresado correctamente.

pacopego@hotmail.com

Paco Pérez

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