Paco Pérez09.12.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
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Lo dirigente santacruceros de Coalición Canaria, con la inestimable colaboración de los líderes locales del Partido Popular, fuerzas políticas que están coaligados para "gobernar" la capital tinerfeña (a pesar del desprecio manifiesto de Fernando Clavijo a Asier Antona) nos preparan una nueva y desagradable sorpresa a los ciudadanos de esta Islas con la anunciada aprobación del Plan Parcial del Barrio del Toscal, un distrito de la vieja ciudad, con numerosas casa tradicionales terreras y con antiguas ciudadelas, que albergaron durante decenios a familias humildes y también a muchos vecinos relacionados con la tradicional actividad portuaria y pesquera.
El barrio, como todos ustedes saben, se ha degradado mucho en los últimos años y no se ha restaurado ninguna finca urbana, porque detrás de ese abandono manifiesto y deplorable se esconden muchos intereses privados relacionados con la especulación urbanística y con sectores empresariales muy concretos dedicados a la construcción de edificios de viviendas, centros comerciales y plantas de aparcamientos de vehículos de motor.
Según tenemos entendido, en ese plan parcial de urbanismo se prevé construir en un futuro más o menos cercano dos grandes y elevadas torres en medio del antiguo barrio, cuyos terrenos pertenecieron al Obispado de Tenerife (de ahí el nombre de santos de sus calles, como San Francisco o Sana Rosa de Lima) y que la iglesia Católica fue vendiendo parcelas paulatinamente, para la construcción de unidades familiares independientes, la mayoría de una sola planta, con una arquitectura peculiar y típica de la capital canaria occidental.
Supongo que la mayoría de las viviendas actualmente ruinosas serán oportunamente expropiadas y el precio del suelo va a incrementarse de forma notoria. Aunque no se lo crean, se está preparando un gran pelotazo urbanístico similar al de las urbanizaciones proyectadas en el entorno de la Playa de Las Teresitas y lo peor del caso es que parece no haber nadie dispuesto a denunciar esta operación de altos vuelos.
Mi obligación es comentarles que determinados empresarios, en connivencia con algunos politiquillos, están dispuestos a dar el gran golpe en Santa Cruz de Tenerife y que este presunto y previsible pelotazo solo se van a beneficiar unas pocas familias, ya de sobra acaudaladas y millonarias. Solo son algunos apuntes sobre el negro futuro que se le presenta a la capital. Solo es el anuncio de la muerte de un barrio que, con la excusa de la modernidad y del desarrollo, van a sacar tajada los caciques de siempre. Y eso.
