El viajes a la felicidad...

20.06.2017. Redacción / Opinión

Por: José J. Rivero

Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva

@jriveroperez

¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones¡ Pensamos en muchas ocasiones, poder descansar pero en ocasiones de fondo jugamos con los miedos de que estás pasaran sin pena ni gloria, y sobretodo con la sensación de no haber podido parar, es decir, de no haber podido desconectar y salir del estrés.

Esa sensación suele ser un problema muy habitual en nuestras vacaciones, es decir ¿Cómo no desacostumbramos a desconectar y gestionar nuestras vacaciones siendo capaces de evitar las prisas y esas preocupaciones habituales?

Sin duda alguna es importante intentar evitar todas aquellas situaciones que nos generen inseguridad por esa razón es bueno que en ocasiones te planifiques con tiempo. Es decir, piensa en todo aquello que puede generarte inseguridad pues crees que no vas a llegar a resolver, pero al mismo tiempo no intentes controlarlo todo haciendo un verano a medida de agenda, donde todo esté planificado, deja tiempo para la improvisación y la creatividad.

Por esa razón haremos una lista antes de vacaciones con los problemas más habituales, entre ellos tendremos que ver cómo abordamos el final de colegio, ya que nos produce mucha inseguridad y ansiedad debido a que supone contar con familiares o amigos para el cuidado de los hijos e hijas, e incluso, en ocasiones gastar un porcentaje alto de dinero en esos cotizados y cada vez más caros campamentos de verano. Además es bueno que esa actividad difiera de la actividad educativa de cada día y que ellos entiendan el aspecto lúdico del campamento, si no es así sentirán simplemente que han cambiado de rutina pero no de actividad.

Para nuestros hIjos e hijas el concepto de vacaciones es totalmente diferentes al nuestro, así los más pequeños no llegan a comprender que ellos estén de vacaciones y los padres y madres no, en ocasiones es bueno que se les aclare ya que aceptarán la situación y no te generarán tanta presión.

Es bueno además que planifiques esos preparativos vacacionales para poder huir del estrés de las últimas horas, me refiero a posibles reservas de vuelos, hoteles o viajes en general, el no dejar nada suelto, especialmente si viajamos con nuestros hijos e hijas, nos ayudará a reducir el estrés y la incertidumbre de esperar hasta el último momento.

En este sentido es una buena técnica hacerte pequeñas listas tanto de tareas a realizar como de preparativos, así evitas imprevistos y reduces tu intranquilidad, disminuyendo así tu nivel de tensión.

Otro aspecto que deberías de tener en cuenta es ¿cómo afrontar esa desconexión de tu trabajo? Es bueno que te obligues a cortar con tu trabajo y establecer límites claros, sabiendo respetarlos y así sentir que el trabajo no interfiere en tus vacaciones generando nuevos momentos de angustia. Busca temas novedosos de conversación e intenta eludir centrar el tema del trabajo en tus conversaciones. Prioriza la idea en tu mente de que estas descansando y ese objetivo requiere salir de la rutina habitual y generar momentos de tranquilidad, posibilidades de ocio y felicidad desligadas del trabajo.

En la misma línea es bueno que aprendas a gestionar el tiempo en verano, si no, sentirás que se te escapará de las manos y eso te hará sentir fatal. Esto es una fuente de estrés que debemos de gestionar, para ello es bueno que reserves espacios para compartir con tu familia y amigos, con tu pareja y tus hijos e hijas. Recuerda que esas son las actividades que suman, se que en ocasiones dejamos tiempo para solucionar tramites y situaciones burocráticas, intenta agruparlas en pocos días y justo al comienzo de las vacaciones para así descargar esa tensión que generan las tareas sin acabar.

Por último es fundamental que dejes tiempo para tu salud y bienestar personal, dedica tiempo a cuidarte en horas de sueño es fundamental que descanses entre 7 y 10 al día. Dormir nos relaja y reduce nerviosismo y ansiedad, pero además potencia actividades físicas en tu vida, desde caminar a hacer algo de deporte, todo aquello que conecte contigo y te obligue a moverte, liberando endorfinas y donde además puedas compartir con los demás, pero que al mismo tiempo mejore tu bienestar. Pues ese, sin duda, es el objetivo de tus vacaciones, desconectar para conectar contigo y con los tuyos.

 

 

 

 

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