Emprendimiento, ¿soplar y hacer botellas?.

28.11.2017. Redacción / Opinión.

Por: Carlos Jiménez Cabrera

Consultor y Formador en Comunicación Eficaz

En los últimos tiempos son muchas las actuaciones por parte de diversas entidades regionales, nacionales y europeas en favor de fomentar la iniciativa emprendedora. Esto ha consolidado no pocas inercias que conducen a un sistema poco eficiente en relación al esfuerzo invertido. De hecho, la mortalidad de las startups es del 80%. Sí, esa es la cruda realidad. ¡Sólo 2 de cada 10 proyectos sobrevive¡

¿Se puede mejorar ese porcentaje de éxito?

¿Están todas las personas preparadas para lanzar un proyecto al mercado?

¿Están recibiendo toda la ayuda práctica y eficaz para que sus proyectos comiencen y permanezcan en el mercado?

¿Las herramientas que se ponen al alcance de los emprendedores son suficientes para conseguir aumentar la tasa de supervivencia?

Estamos seguros de que se puede y se debe mejorar el porcentaje de empresas que sobreviven en el mercado. Por eso vamos a insistir en la importancia de las metodologías utilizadas a lo largo de todo el proceso reduciendo el porcentaje de inversión inicial.

Una Escuela de Emprendedores debería considerar que las personas que quieren lanzar un proyecto tienen que pasar por varias etapas, entre las que consideramos:

1. Etapa Previa. No todas las personas tienen las competencias necesarias para desarrollar un proyecto empresarial. Por lo tanto, el primer paso debe ser el realizar un análisis de las competencias de los emprendedores y, a partir de ahí, preparar un itinerario personalizado para mejorar las competencias necesarias para emprender.

2. Etapa Lanzadera. Todas aquellas personas que hayan pasado la Etapa Previa y que tengan una idea de negocio, podrán presentar sus propuestas para participar en la Etapa Lanzadera. Teniendo en cuenta que las empresas son sistemas complejos adaptativos no lineales, esta etapa también tendrá que ser personalizada para cada proyecto.

3. Etapa de Acompañamiento y Seguimiento. Si una vez terminada la Etapa Lanzadera no se acompaña a los emprendedores en su búsqueda de conseguir financiación, no se conseguirá el desarrollo a medio y largo plazo de los proyectos, por lo que aquí también tendremos que diseñar un camino personalizado para cada emprendedor que incluye el seguimiento posterior del proyecto durante el tiempo suficiente que asegure la consolidación del mismo.

En definitiva, la clave para mejorar el sistema de emprendimiento se basa, sobre todo, en una personalización de las actuaciones a realizar en cada proyecto, utilizando herramientas colaborativas y participativas.

 

Carlos Jiménez Cabrera

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