La terrible epidemia de peste en La Laguna en 1582

22.05.2019 | Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

El Archipiélago sufrió su primera epidemia histórica en 1582. Fue de fiebre bubónica, que estuvo provocada por la presencia bacteriana en unos estandartes y tapices ya infectados, traídos expresamente de Flandes, que se colgaron en la parroquia de Los Remedios (donde hoy está la Catedral nivariense) para la celebración del Corpus Christi.

Se cuenta que fue tan virulenta y agresiva que acabó con la vida de varios miles de laguneros y que las primeras víctimas mortales se produjeron ese mismo día, cuando la Sagrada forma procesionada entraba de regreso en la mencionada iglesia.

Para evitar mayores contagios, las autoridades ordenaron el enterramiento de los cadáveres en zonas aledañas a las iglesias y muchos cuerpos ya sin vida fueron sepultados alrededor de un solar en el que luego se construyó la Parroquia de San Juan, en el barrio del mismo nombre, entonces en las afueras del casco urbano, según relató el sacerdote e historiador Rodríguez Moure.

Veinte años más tarde, en 1602, se propagó otra epidemia de peste bubónica en la Isla de Tenerife, que comenzó a propagarse en la Villa y Puerto de Garachico, cobrándose numerosas vida y extendiéndose poco después de las islas de Canaria, Fuerteventura y Lanzarote.

Por ser los puertos canarios puntos de escala para los buques que navegaban a partir del siglo XV desde el Viejo Continente a América, nuestro Archipiélago sufrió diversas y graves epidemias, provocadas por viajeros enfermos que desembarcaban aquí. Así, en las Islas se registraron a lo largo de su historia (es decir, desde la conquista de estas tierras por parte de las tropas castellanas) numerosos casos de enfermedades contagiosas, como la citada peste, o la fiebre amarilla, el paludismo, el vómito negro, la lepra, el tifus o la viruela.

Paco Pérez

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