La variante de La Laguna

11.04.2022 | Redacción | Opinión

Por: Óscar Izquierdo

Presidente de FEPECO

Como pasa siempre con cualquier obra de infraestructura que haya que ejecutarse en Tenerife, lo primero que sale a la luz, es el debate en cuanto a su idoneidad, conveniencia o prioridad. De esa manera, se entra indefectiblemente, en un círculo vicioso, donde aparecen por todas partes, tanto los que la apoyan, como los detractores, con argumentos de todo tipo, algunos pintorescos, la mayoría de las veces con tintes partidistas y mucha ideología por medio. Sirven para retrasar su puesta en marcha, atascar cualquier procedimiento, tanto administrativo como ejecutorio, además de enlodazar todo lo que se pueda, para evitar el comienzo de la obra. Así ha pasado históricamente en Tenerife y seguimos en la misma línea, discutiendo como bizantinos, si dar pasos adelante. El problema se agranda cuando la política deja de ser un servicio público, para convertirse en un charco de fango, donde todos están contra todos, sin capacidad de diálogo, acuerdos, consenso y sobre todo, escucha. Los egocentrismos personales, sobresalen de tal manera que impiden cualquier entendimiento. Hay algunos responsables públicos, que parece que lo que buscan es que pongan su nombre a una calle o le hagan una estatua en la Plaza del Adelantado y así pasar a la historia como próceres de La Laguna. No sería mala idea hacerlo, a lo mejor calmamos soberbias y conseguimos que dejen progresar a la Ciudad y a Tenerife.

La Variante de La Laguna es una solución adecuada, rápida en su ejecución, posible hacerla y provechosa al máximo. Servirá para desahogar la autopista del Norte, la TF-5 y a la vez unificar, de una vez por todas, el municipio territorialmente, que actualmente está dividido por la red viaria existente, obsoleta, atascada y separadora. No se entiende que una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, esté atravesada por una autopista congestionada en todo momento. La afectación sobre el territorio va a ser mínima, porque la mayoría del trazado va a ser en túnel, respetando el suelo agrario y los núcleos de población que se encuentran en la zona, decir lo contrario es demagogia. Los beneficios que generará superan cualquier comparación, porque posibilitará una movilidad eficiente, rápida, segura y fuera del núcleo poblacional. Además, tiene una repercusión significativa a nivel insular, porque servirá para hacer efectivo el desvío del tráfico de la TF-5 a su paso por Guamasa y hasta la Vía de Ronda, posibilitando una Rambla entre la rotonda del Padre Anchieta y el Aeropuerto de Los Rodeos. La Variante a La Laguna, no afecta sólo al municipio, sino que es de vital importancia para la vertebración territorial de la isla y sobre todo, para finalizar el tan ansiado Anillo Insular, que no sólo hay que cerrarlo por el Norte y Sur, sino también en la Zona Metropolitana. El actual Director General de Infraestructura Viaria del Gobierno de Canarias, José Luis Delgado, lleva desde el año 2009, luchando y trabajando, para que esta obra clave, salga adelante. Ahora ya empieza a ser una realidad

Las voces críticas a este proyecto vienen más de intereses partidistas e ideológicos que por cuestiones técnicas, medioambientales o de oportunidad. No se sostienen racionalmente, ni realmente. Son las mismas pegas que ya se han utilizado para cualquier otra obra pública, los detractores parecen que tienen un libro de estilo, que lo utilizan en cualquier sitio y para cualquier iniciativa, tanto privada como pública. De lo que se trata es de retrasar, parar y posponer cualquier obra, que sirva para el progreso de Tenerife. Nada nuevo bajo el sol.

La culpa de las colas, atascos e inmovilidad tiene nombres y apellidos, de todos conocidos, que por pruritos personales y buscando un voto cautivo, no les importa paralizar lo que es bueno por necesidad. Estamos empezando a ver realidades, parece que se acabaron las promesas, es una buena dinámica, para desatascar Tenerife, que ya es hora.

Imagen de archivo: Óscar Izquierdo, presidente de FEPECO

Buscar en Tagoror