Las decisiones de Trump nos afectan directamente

11.05.2018. Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

Las absurdas decisiones del impresentable presidente de los Estados Unidos, el estúpido de Donald Trump, aunque ustedes no lo crean, nos afectan directamente a los ciudadanos españoles y, por ende, a los que vivimos en estas islas atlánticas.

El rinoceronte pelirrojo quiere acabar con todos los avances registrados en la época de su antecesor, Barack Obama y poco le importan las consecuencias de sus decisiones, como la de suspender el acuerdo en materia atómica con Irán.

Aunque parezca mentira, esta suspensión beneficia a los judíos de Israel y también a Arabia Saudita, aliados de Estados Unidos, que han mostrado su enorme satisfacción por la decisión del inquilino de la Casa Blanca, que además va a imponer sanciones económicas al régimen iraní.

¿Quieren Trump e Israel desestabilizar la situación internacional e incluso provocar una tercera guerra mundial? Lo primero es evidente, y lo segundo menos probable, porque el Reino Unido, Alemania y Francia quieren mantener el convenio de desnuclearización de Irán.

Está claro que detrás de la voluntad del rinoceronte USA hay múltiples intereses económicos. Como consecuencia directa de la suspensión del convenio por parte de los Estados Unidos, el dólar se ha fortalecido en los últimos días y va a seguir subiendo respecto al euro en las próximas semanas, porque el precio del petróleo ha aumentado de manera significativa y ya se sabe que la energía fósil se paga exclusivamente en dólares americanos.

El señor presidente de la primera potencia mundial está jugando con fuego, como si este planeta y sus habitantes fueran un simple entretenimiento. Menos mal que la vieja y más civilizada Europa no quiere divertirse en este asunto.

En las próximas semanas aumentará notablemente el precio del petróleo y de sus derivados, entre ellos la gasolina de automoción y el keroseno, por lo que nos costará más llenar los depósitos de combustible de nuestros coches y parece inevitable un encarecimiento de costes en el transporte aéreo, con lo que ello significa.

Y, en el fondo del asunto, el puto parné y los intereses económicos de EE.UU y políticos de Israel y los lobbies judíos. ¡Ay mi cabeza¡

Paco Pérez

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