Muertes violentas

22.01.2018. Redacción / Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

Algunas personas han perdido la cordura y los periódicos no hacen sino publicar sucesos violentos con resultados mortales. Los diarios actuales están imitando a aquel famoso "El Caso" que era el medio de comunicación preferido por las porteras y las sirvientas y que tuvo mucho éxito de lectores en este país en los años sesenta y setenta del siglo pasado.

No hay más que repasar lo que han publicado los diarios nacionales y locales en los últimos días para darnos cuenta que la agresividad está a flor de piel. En pocas jornadas, tragedias aquí y allá.

En Los Realejos, una mujer colombiana de origen venezolano, Jenny Sofía, fue acuchillada por su anterior pareja sentimental, bastantes años mayor que ella y que además provocó heridas a varias personas minutos después tras tener un accidente de tráfico en la Autopista del Norte mientras emprendía su huida.

En Fuerteventura, un varón de veintiséis años se desangraba en plena calle tras ser herido en una disputa por un hombre de 67, que además remató a la víctima con una pedrada en la cabeza.

En Santa Cruz, por otra parte, dos hechos luctuosos. Ha muerto el niño de cuatro años que fue atropellado el pasado mes de octubre en Somosierra por una joven conductora borracha y drogada, y en la zona de Tomé Cano, otro conductor que salía de un garaje, se llevó por delante a una señora de 59 años, que ha fallecido hace unas horas como consecuencia de los golpes recibidos.

Paree que hemos empezado el año con mal pie En Madrid, un "ultra" del Atlético hirió con un arma blanca a otro aficionado, y a punto estuvo de quitarle la vida, y en el País Vasco, dos sucesos execrables cometidos por menores de edad: el asesinato de una matrimonio de ancianos a manos de dos niños de catorce años, y la muerte de un viandante provocada por un grupo de adolescentes que intentaban quitarle la cartera y que la víctima, al resistirse se dio un golpe mortal en la cabeza, tras ser empujado por los gamberros, que forman una pandilla que delinque de manera habitual.

Estamos perdiendo los papeles y se están produciendo demasiadas agresiones. ¿Falta educación en los hogares?¿Ya no se respeta nada ni a nadie?... Esta sociedad parece no tener remedio.

Paco Pérez

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