Mujeres, actitud y empoderamiento.

13.03.2017. Redacción.

Por: Presen Simón

Socióloga, mediadora y formadora

RMF 328 Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia Comunidad Autónoma de Canarias

 

No hay ninguna persona en este mundo que no haya sufrido un tiempo de desaliento. Cuando este mal irrumpe en nuestra paz, los días son más lentos y agotadores. La vida es como una montaña rusa, hoy estás en lo más alto y mañana puedes estar en lo más bajo; pero…¿quién te dice que pasado mañana no volverás a subir?

En la actualidad, los problemas que hoy nos aquejan son una consecuencia de la apatía generalizada. Así, la desgana y el gusto por no hacer nada, están invadiéndonos. En muchos casos, vivimos en la indiferencia con una mentalidad conformista y pasiva, pretendiendo vivir felices en nuestra burbuja individual y evadiéndonos del mundo social que nos rodea.

En el caso particular de las mujeres, hemos demostrado la igualdad de condición respecto al hombre y que ésta no tiene que ver con ser hombre o mujer, sino con nuestra calidad de ser humano. Las mujeres demostramos día a día que no asumimos un solo rol, ya que somos totalmente multifuncionales, activas y autónomas. Además, debemos enfrentar realidades muy diversas según la cultura, zona geográfica o situación social en la que nos encontremos. Y, a pesar de todo lo dicho, son muchas las mujeres que todavía se tienen que enfrentar a situaciones discriminatorias y marginales.

Qué importante sería crear espacios propios para empoderar a las mujeres en estas situaciones: espacios de mujeres protagonizados por mujeres, en los que compartir las estrategias para empoderarse. Espacios en los que explicar y compartir estrategias para señalar los obstáculos y aprender de las experiencias de otras mujeres para superarlos. Espacios donde visibilizar mujeres de éxito, mujeres que ya han recorrido ese camino y que pueden visibilizar que no hay que empezar desde cero.

Las mujeres necesitamos espacios y encuentros en los que desarrollar habilidades personales y sociales, así como las competencias necesarias orientadas hacia un cambio de actitud que nos sitúe en un punto de inflexión en el que no tengamos otra opción que pensar que nada es imposible y que se puede conseguir aquello que nos propongamos, al margen de los frenos externos a los que debamos enfrentarnos.

Como dijo Michelle Obama en esta cita inspiradora, “una de las lecciones con las que crecí, fue la de mantenerme fiel a mí misma y nunca permitir que lo que otros digan me distraiga de mis metas”. Seamos fieles a nosotras mismas y no nos desviemos del camino trazado para la consecución de nuestros objetivos.


 


 

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