Posible ruptura de Sánchez con Podemos, para moderar las posturas del gobierno

04.02.2023 | Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

De cara a la próximas elecciones autonómicas y municipales, es muy posible que Pedro Sánchez tenga que adoptar posturas más moderadas para fortalecer la figura de los barones territoriales del PSOE. Casi todos los analistas políticos coinciden en que la actual coalición de Gobierno con Podemos está finiquitada, con el claro objetivo de nombrar un gabinete ministerial monocolor, porque los socialistas quieren mostrar al electorado un sello de identidad propio en los últimos meses de la presente legislatura.

Quiera o no quiera el socio más progresista del Ejecutivo, es evidente que Sánchez va a rectificar muy pronto la llamada ley del "si es sí", por la actual sangría de excarcelaciones de delincuentes de violencia de género y, por tal motivo, el consiguiente rechazo popular que ese texto legal ha provocado en gran parte de la sociedad de este país.

El presidente del Gobierno sabe, a ciencia cierta, que si no rompe con los líderes de la formación morada, está abocado al fracaso. En Moncloa manejan datos que auguran un trasvase de medio millón de votos del PSOE al PP, por el descontento provocado por los últimos errores del líder socialista, con lo que parece urgente y necesario un giro hacia el centro político, porque tradicionalmente es ese espacio de moderación el que quita o pone en el poder a uno de los dos líderes de los principales partidos españoles.

Pedro Sánchez es un gran camaleón político y de cara al otoño intentará salir reforzado ante la opinión pública, algo que le preocupa a la oposición, sabedora de su capacidad para transformarse, y en particular a Núñez Feijóo que, en caso de no obtener mayoría suficiente para intentar gobernar en solitario, se vería abocado a pactar con Vox, esto es la extrema derecha, algo que verían con muy malos ojos en la Unión Europea, preocupada por el ascenso de movimientos conservadores muy radicales en el viejo continente (Hungría, Italia, Polonia...).

Está claro, ahora mismo, que al PSOE le estorba la presencia de Podemos en este Gobierno de coalición y el presidente hará todo el esfuerzo posible para deshacerse del ala más progresista del Ejecutivo, para procurar ocupar "el centro" del espectro político, e intentar frenar la fuga de votos hacia la derecha tradicional. Para ello, se centrará también en avisar a los votantes del peligro que representa un posible pacto postelectoral entre PP y Vox, como ocurrió recientemente en Castilla y León.

Mientras tanto, Feijóo intentará aglutinar a la España conservadora, denunciando de manera reiterativa los grandes fallos de ese Gobierno "social-comunista" y procurará distanciarse, en lo posible, de algunas tesis de la ultraderecha y entonces será como siempre, en la historia más reciente de España, que se llevará el gato al agua el más moderado de los dos principales candidatos a ocupar La Moncloa en la próxima legislatura, que comenzaría a finales de año.

De cualquier forma, habrá que pararse en mayo para analizar los resultados que cada formación obtenga en las elecciones autonómicas y municipales, y conocer luego las estrategias que piensan llevar a cabo tanto PSOE como PP, de cara a las generales.

 

Imagen de archivo: Paco Pérez González

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