Árbitro de la vida

03.11.2018. Redacción | Opinión

Por: Rafael J. Lutzardo Hernández

Poco o casi nada queda por hablar de Brito Arceo, un tinerfeño que en otra época estuvo en la elite del arbitraje del Fútbol español. Ni que decir tiene, que a lo largo de las últimas semanas, el todavía joven deportista ha sido el centro de atención en todos los periódicos deportivos de España y parte de Europa, motivando que el reportaje realizado por este humilde periodista en el Diario de Avisos y difundido por la Agencia EFE, haya sido una de las noticias más significativas de este años 2018 que esta llegando a su recta final. Las opiniones por una parte de la sociedad española han sido para todos los gustos, donde algunos juzgan y condenan, creyéndose que ellos son los humanos perfectos. Eso sí, aunque sean opiniones muy sujetivas y negativas, merecen todos los respetos del mundo. Luego están las otras que giran en un sentido positivo en la figura de Brito Arceo; destacando su trayectoria deportiva y su perfil humano. Hay que recordar que Juan Manuel Brito Arceo, en el año 1987, se convirtió en el árbitro más joven en debutar en Primera División con solo 24 años.

Por otro lado, vivimos en una sociedad competitiva y materialista; donde todo genera envidias y celos. Una sociedad disfrazada con piel cordero, pero que en el interior de muchas personas ahondan los colmillos de un lobo hambriento y peligroso. Cuando la censura se hace protagonista sin tener la información de la persona a la que se juzga y se condena, puede resultar muy peligroso. Sabido es, que la crítica barriobajera es muy fácil salir del buche de muchos seres humanos que en sus respectivas vidas también han sido unos fracasados, pero ese es el morbo, la crítica de tinte fácil y la mentalidad de una parte de la sociedad del este comienzo de siglo XXI. Cierto es, que Brito Arceo como ser humano que es, también habrá cometido errores y equivocaciones. Seguro que sí. La fama y la gloria suele transformar a muchas personas, sobre todo cuando son jóvenes. Podría citar muchos nombres de futbolistas que van por la vida como prepotentes, tanto dentro del los terrenos de juego como fuera de ellos, pero creo que no merece la pena citarlos, ya que todo aficionado al mundo del Fútbol saben quienes son.

La diferencia de Brito Arceo con respecto a otros empresarios, jugadores y federativos del Fútbol, mientras muchos de ellos han estado en los calabozos de las comisarías; han sido detenidos y esposados por la Guardia Civil, encarcelados y en libertad bajo fianza, el ex árbitro Brito Arceo, nunca fue acusado, imputado, arrestado ni encarcelado por delito alguno. Al igual que muchos empresarios, sobre todo cuando llegó la crisis económica en toda Europa, años antes el deportista tinerfeño fracasó en un proyecto empresarial que había constituido en una sociedad. A partir de ahí, comenzó un camino lleno de espinas, que anteriormente había sido de rosas. Se equivoco en un polémico penalti en un Barcelona-Sevilla que acabó 3-4. Todo ello le costó no poder arbitrar durante tres años al Barcelona. Años más tarde, siendo concejal del PP en Tenerife, en el 2005, acuciado por las deudas, y retirado del mundo del arbitraje, Juan Manuel Brito Arceo se convirtió en el primer colegiado en participar en un 'reality' en nuestro país, al formar parte de la segunda edición de 'Gran Hermano Vip'. Tanto sorprendió su carácter extrovertido y afable -tan alejado de la pose formal y cortante de un árbitro en el césped- que el tinerfeño estuvo a punto de ganar el concurso en una final que acabaría llevándose la mexicana Ivonne Armant.  

La vida se convierte para todo ser humano en una noria. Es decir, hoy puedes estar arriba y mañana abajo. Y eso es lo que le puede suceder a cualquiera de nosotros. Cierto es, que muchas son las personas anónimas que están en la pobreza y no salen en los medios de comunicación. Pero también es verdad, que así está estructurado el sistema, la sensibilidad y solidaridad de la sociedad. Todos tenemos un pasado y un presente. Todos tenemos virtudes y defectos. Condenamos sin ser jueces de las leyes. Somos almacenes humanos de guardar rencores y envidias. Nos convertimos en hemerotecas de morbos, indiferencias y desprecios. No olvidemos que nadie somos perfectos.

 

 

Rafael J. Lutzardo Hernández

Rafael J. Lutzardo Hernández

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