Taxistas de toda clase y condición

13.06.2023 | Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

Todo el mundo sabe --o debería saberlo-- que la de taxista es una profesión sacrificada, más aún en estos tiempos donde en muchas ciudades el tráfico rodado se ha vuelto algo infernal, como en el caso de nuestras dos capitales del Archipiélago, donde por cierto las tarifas de estos turismos de alquiler con conductor son mucho menores que en la mayoría de las urbes españolas y muy reducidas respeto a otras poblaciones europeas, como París o Londres.

El del taxi es un mundo curioso y sorprendente, porque el comportamiento de estos profesionales varía mucho de un lugar a otro. Y no hablemos de la picardía de muchos de ellos en determinados países como Chequia, Portugal, Venezuela o Puerto Rico, porque he vivido en estos países casos muy curiosos.

Los de la capital británica tienen fama de ser los mas serios y preparados del mundo. Nunca estafan al cliente y siempre procuran tomar la ruta más rápida. Para ser taxista en Londres te obligan a ejercer de cartero repartiendo por la gran urbe correspondencia montado en bicicleta durante dos años, antes de obtener la licencia correspondiente, con lo que tienen tiempo para conocer la metrópoli palmo a palmo, porque también los cambian de distrito trabajando para Correos.

Mientras en Nueva York te puedes encontrar de todo, en Praga, por ejemplo, es recomendable alquilar los vehículos de la triple A y huir como descosidos de los coches que parecen particulares, cuyo conductores suelen pegar unas clavadas increíbles, sobre todo a los turistas, porque aplican la tarifa que a ellos les da la gana, según la cara de tonto o de despistado que te vean.

En Lisboa, por otro lado, es usual que los taxistas den rodeos innecesarios para que las carreras sean siempre más caras, como ocurrió varias veces en una de mis visitas a la ciudad de la desembocaura del Tajo, hasta que me enfadé con unos de ellos y salí del vehículo cuando estaba parado en un semáforo.

Cambio de ciudad y de continente. En Caracas lo más recomendable es contratar a un profesional por días, tras llegar a un acuerdo sobre el precio a abonar en dólares. También es aconsejable coger vehículos de las flotas que estacionan en las puertas de determinados hoteles, como el "Tamanaco", que son de color negro con la capota verde.

En San Juan (Puerto Rico) puede pasarte de todo. En una ocasión, a otros dos amigos y a mí un taxista nos dejó en un sitio que estaba al otro lado de la ciudad del destino concreto que le indicamos.

En Madrid, desde hace años, es prácticamente imposible ver un taxi libre los fines de semana por la noche y en París los taxistas paran si les apetece y se enfurecen si la distancia es relativamente corta.

En fin, vivencias personales viajando por el mundo.

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