Paco Pérez14.11.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
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A raíz de un golpe de Estado en marzo de 2015, en Yemen se enfrentan en una guerra civil diversos grupos y en poco más de dos años han muerto, como consecuencia directa de este conflicto armado, más de seis mil personas.
Yemen es la única república de la Península Arábiga y en la actualidad el territorio (de extension similar a la de España) está completamente aislado del exterior. Sus habitantes (tiene una población cercana a los 30 millones de almas) están al limite, porque una coalición internacional encabezada por Arabia Saudí (país vecino), ha bloqueado todas las entradas por sus fronteras, y la gran mayoría de la población yemení está sufriendo una terrible hambruna, porque los saudíes impiden el paso de toda ayuda humanitaria desde el exterior.
En esta guerra civil también están implicados el Estado islámico de Irak, la organización terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga, además de los grupos separatistas del sur del país y fuerzas leales al Gobierno de Mansur al-Haidi, uno de los lideres políticos nacionales, que ha establecido la capital provisional en Amen.
Según han manifestado algunos colaboradores y voluntarios de organizaciones humanitarias no gubernamentales, la situación actual de Yemen es dramática. Escasean los alimentos y los precios de los mismos se han encarecido tremendamente en las ultimas semanas, y en muchas ciudades del país no hay ni energía eléctrica, lo que ha provocado un tremendo caos en los hospitales y centros de asistencia médica.
Mucha gente ignora en Occidente esta penosa situación de un contingente poblacional muy numerosos, porque este asunto tan cruel parece importar muy poco a la comunidad internacional y a la inmensa mayoría de los gobiernos, y la ONU ha sido la única organización multinacional en pedir a Arabia Saudí que acabe con el bloqueo a Yemen, pero ya es sabido que las resoluciones de las Naciones Unidas tienen poco efecto práctico, porque los países implicados las ignoran y se las pasan por el arco del triunfo.
La guerra civil yemení parece no tener importancia, entre otras cosas porque a los occidentales nos coge muy lejos, lo cual es muy triste porque están en juego las vidas de centenares de miles de personas, no de animales irracionales. A mí estas situaciones me apenan bastante y mi intención es compartir con ustedes, amables lectores, algo que debería importar y mucho a la población mundial. Parece que un atentado terrorista en cualquier ciudad europea es mucho más impactante y nos preocupa profundamente. Así es este mundo y así nos va...
