¿Ya Comenzaste Los Propósitos de Año Nuevo? Haz Planes, No Propósitos

17.01.2017. San Cristóbal de La Laguna.

Por: Mari Carmen García Mora

Psicóloga Sanitaria

Colegiada T-1412

Cuando está a punto de comenzar un año nuevo nos hacemos diferentes propósitos: “este año dejo de fumar, empiezo a correr, hago deporte por lo menos dos veces en semana, veo menos televisión, voy a ir más de paseo, aprenderé inglés,”. Son buenos propósitos y deseos de renovarse con el nuevo año que empieza. ¿Pero realmente lo hacemos? Y si comenzamos ¿por qué lo dejamos? las rebajas para coLos gimnasios se llenan, aprovechamos mprarnos ropa de deporte, pero suele ocurrir que después de la primera quincena de enero y aún más a principio de febreros los propósitos casi se han olvidado y los gimnasios casi se han vaciado.

Si buscamos en el diccionario la palabra propósito veremos que nos sale como primer significado: “Ánimo o intención de hacer o de no hacer una cosa”. Y es verdad, nosotros tenemos la intención de mejorar y de hacer cosas. Pero es eso, una intención, y en lo que solemos fracasar es en llevar a cabo esa intención: pasar de la idea a la acción y mantener esa acción para que se convierta en un hábito.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que introducir un cambio en nuestra rutina no es fácil. Tendemos a hacer las mismas cosas cada día o aquellas cosas a las que estamos acostumbrados. El esfuerzo, la motivación y el sacrificio que supone adquirir un nuevo hábito, no solemos tenerlo en cuenta. Cuándo aparece el cansancio o cualquier contratiempo tendemos a abandonar y volver a nuestra vida habitual.

Pero si ha llegado el momento en el que quieres hacer un cambio de verdad, si quieres introducir nuevos desafíos en tu vida, no te desanimes: planifica tu propósito.

Durante mucho tiempo se asumió que para adquirir un hábito hacía falta repetir ese hábito durante 21 días. Se entiende que adquirir un hábito significa que realizamos una acción de forma automática, sin que nos cueste esfuerzo. Esta idea de los 21 días surge de un betseller de los años 60, en la que un cirujano plástico relataba como sus pacientes tardaban 21 días en acostumbrarse a su nueva cara (Psycho-Cybernetics ,1960. Maxwell Maltz), y en que se pensó que las neuronas tardaban ese tiempo en “registrar” un cambio. Sin embargo, los últimos estudios señalan que no son 21 días, si no que al menos deben pasar 66 días para que una destreza, un hábito se asiente en nuestro repertorio de conductas.

Además, nos hemos acostumbrado a la inmediatez de las cosas: abrimos la nevera y tenemos comida, pulso un botón y obtengo lo que quiero. Pero los cambios que persisten con el paso de los años, son aquellos que requieren práctica, paciencia, esfuerzo y motivación (aprender un nuevo idioma, correr cada mañana, meditar, etc.)

Por eso los pasos para no fracasar en llevar a cabo nuestro propósito que te propongo serían:

-Decide realmente que deseas: ¿realmente quieres correr cada mañana, aunque eso signifique dormir menos?, ¿realmente quieres hacer el esfuerzo de estar a dieta?

-Si te has decidido, visualízate realizando esa actividad: ¿por dónde vas correr?, ¿qué ropa vas a llevar? ¿Cómo crees que te sentirás?

-Prevé los obstáculos. ¿Qué te puede hacer desistir de levantarte temprano?, ¿Qué vas hacer si aparece dolor, cansancio, aburrimiento?, ¿qué te ha pasado otras veces que has intentado hacer cosas?

-Cambia las conductas que te impiden avanzar. Si tienes la intención de levantarte temprano y sueles acostarte tarde, tendrás que cambiar el horario de dormir. Si pretendes estudiar una hora diaria y normalmente pasas mucho tiempo viendo televisión o en Facebook o simplemente sin hacer nada, tendrás que decidir qué vas a cambiar de estas conductas.

-Ponte metas alcanzables y progresivas. Para correr una hora al día es mejor empezar por diez minutos e ir aumentando. Correr una hora, con esfuerzo, los primeros días te llevará a abandonar rápidamente.

-No te desanimes si un día no puedes hacer tu actividad, o si no te encuentras con ánimo y decides no hacerla.

-Persiste. Sigue intentándolo, aunque no lo consigas como tú crees en principio.

-Comparte. Siempre es más fácil si compartes el estudio, la carrera, o cualquier otra actividad con otra persona.

-Ten siempre claro el objetivo. Estas realizando algo que quieres, que te gusta, que te llevará a conseguir lo que quieres. Estas haciendo el cambio que necesitas.

-Ten paciencia. Aunque creas que estas tardando demasiado, que no lo vas a lograr, cuando las dudas surjan, ten paciencia contigo mismo. Acuérdate de que todos los cambios cuestan y necesitan tiempo para que se hagan realidad y sean duraderos. Acuérdate de que lo haces para mejorar.

-Premia tus esfuerzos. Disfruta de los pequeños triunfos y celébralos: lograr levantarse cada mañana y correr durante 10 minutos, ¡es todo un triunfo¡

Sobre todo, confía en ti mismo y en tus posibilidades de cambiar. Pero recuerda:

“Si quieres conseguir algo nuevo, haz algo diferente. Haz algo”

 

 

 

 

María del Carmen García Mora

María del Carmen García Mora

María del Carmen García Mora

Buscar en Tagoror