Rafael J. Lutzardo Hernández
21.06.2025 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
De nuevo otra semana más, donde el mundo se mueve de una manera temerosa, dudosa y con claras intenciones de una tercera confrontación bélica mundial. El mundo está expectante, inseguro y temeroso. Las potencias mundiales EE UU, RUSIA, CHINA, IRÁN, ISRAEL, TEHERÁN, estan por avivar una guerra que no tiene sentido, siendo las poblaciones civiles las víctimas de unos gobiernos poderosos los que por intereses propios deciden buscar y conquistar por las fuerzas las fronteras ajenas.
Sinceramente, no pinta nada bien el destino de la nueva generación. Un futuro incierto, donde pocas alternativas laborales se les ofrece. Por si fuera poco, la llamada obligatoria al servicio militar, teniendo como objetivo la Seguridad Nacional del Estado. Hijos y nietos se exponen a un futuro incierto que ellos no han hecho. El presente y el futuro lo están haciendo las potencias mundiales. Ellos son los que estam cambiando el mundo, como ya lo hicieran con la COVID-19.
Por otro lado, y pese a todo ello, el revés que esta sucediendo en el planeta tierra, con las guerras y los genocidios, incluyendo los bloqueos de los alimentos en las ciudades más asediada por los invasores. La vida en la esfera terrestre no se para. Sigue su curso normal. Nadie somos imprescindibles; nacemos y morimos con lo puesto, bien sea por causa natural o en el campo de batalla.
Así pues, asumo que lo que tenga que venir y pasar aquí estaré preparado. No queda de otra, pues la situación actual del mundo no depende de mi. Depende de todos estos 'carniceros' ambiciosos y materialistas, los cuales poco les importan las vidas humanas inocentes.
De la misma manera, poco se sabe de la labor que están haciendo los representantes de los Derechos Humanos. Y que papel están representando en el genocidio de Israel. Por si fuera poco, la corrupción generada por Santos Cerdán, el exministro José Luis Ábalos y el exasesor de éste, Koldo García, no han hecho más que encender un fuego dejando las siglas del PSOE herida de muerte.
