Paco Pérez18.03.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Ustedes me van a perdonar, pero creo que algunos medios de comunicación social se han pasado tres pueblos en el tratamiento informativo del execrable y tristísimo asesinato del niño Gabriel Cruz, por parte de la ciudadana dominicana Ana Julia Ledezma, novia que era del padre de la desgraciada criatura.
Muchos periodistas han entorpecido incluso las labores de investigación de la Guardia Civil cuando vigilaban a la presunta autora, con su presencia masiva en los campos de actuación de los agentes, por un afán desmedido de dar a conocer los más íntimos y singulares detalles de este lamentable suceso.
Que si los rastreos, que si la aparición de la camiseta del pequeño, que si esto y lo otro, haciendo gala de un amarillismo periodístico digno de lástima, porque han convertido un horroroso hecho en un espectáculo de cara a unos consumidores ávidos de enterarse del último detalle.
Si les confieso lo que pienso, no me ha gustado nada la actitud de determinados medios de comunicación, más preocupados de rentabilizar su clientela de seguidores, al margen de informar con imparcialidad, objetividad y limitándose a narrar los hechos ocurridos, sin hacer especulaciones extemporáneas e inventándose algunas cosas, como que la asesina convicta y confesa habría asesinado también a un niño que, al parecer, cuidó (que no es verdad) en Burgos, donde si falleció una de sus hijas, de solo cuatro años, al precipitarse accidentalmente por una ventana del piso en donde vivían.
Solo faltó que algún canal de televisión o un periódico cualquiera hubiera informado del color de los calcetines y los calzoncillos del pequeño Gabriel "El Pescaíto", que ya está en el Cielo rodeado de preciosos ángeles.
No me gusta el quehacer de determinados compañeros ni el cariz amarillista que le dan algunos medios informativos a sucesos tan tristes como el ocurrido en el almeriense Cabo de Gata.
