Paco Pérez11.07.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Partiendo de la base de que respeto cualquier creencia religiosa, siempre que defienda la paz y persiga el bien común, sí conviene decir sin tapujos que el Islamismo está invadiendo occidente de forma lenta pero segura y que nuestra actual civilización parece condenada al más absoluto fracaso en el plazo de unos cuantos decenios.
Al margen del terrorismo y de los fanáticos yihadistas, hay que advertir que la población musulmana en Europa se está multiplicando rápidamente y que las mujeres procedentes del Islam están pariendo cuatro veces más que las nativas europeas, con lo que a medio plazo, los islamistas podrían ser mayoría en el Viejo Continente y, con ello, producirse una catarsis que vendría representada por un retroceso muy peligroso en las libertades democráticas de las que hoy gozamos, en detrimento de unos usos, costumbres y creencias muy anticuados y que nada tienen que ver, por ejemplo, con la deseada igualdad de género.
Los avances sociales conquistados con mucho esfuerzo y sacrificio en buena parte del siglo XX podrían irse al garete, en el caso muy probable de que se extiendan creencias religiosas que nada tiene que ver con la historia de Occidente y el mundo podría sufrir una peligrosa regresión, nada deseable por otro lado.
Estamos en una encrucijada y los responsables de la Unión Europea parecen no darse cuenta del peligro que corremos, porque está claro que el Islam pretende expansionarse y crecer, a través de una alta tasa de natalidad, con el fin de convertirse en una mayoría poblacional que sea la que decida en un futuro no muy lejano, y es muy penoso que esto no se diga claramente y se descubran las intenciones de los dirigentes religiosos islámicos, que es realmente lo que pretenden.
Si la UE no empieza a tomar medidas en serio contra esta invasión, las nuevas generaciones de ciudadanos occidentales lo van a tener muy negro. Es lo que intuyo y así lo expreso.
