Paco Pérez06.12.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
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En el PSC-PSOE, el partido de los socialistas canarios, parece que todos han cerrado filas en torno a las comisiones ejecutivas regional e insular de Tenerife, tras las desavenencias surgidas entre ambas en las últimas semanas, por el acercamiento de Ángel Victor Torres a Fernando Clavijo en algunos temas como la permanencia del presidente de la Televisión Autonómica o los distintos criterios sobre la necesidad de presentar una moción de censura contra el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz (CC), uno de los principales municipios del Archipiélago, gobernado por los "nacionalistas" en las cuatro últimos decenios y cuyo Ayuntamiento se ha convertido en una jaula de grillos, por no decir otra cosa peor.
En esa Corporación local se mantiene ahora mismo el pacto regional "en cascada" que se firmó entre CC y PSOE, roto hace un años en el Gobierno de Canarias, y el Congreso insular socialista ha acordado romperlo también en La Laguna, pero la realidad es muy distinta, a día de hoy, porque CC sigue gobernando con solo siete concejales de un total de 27, algo inaudito en cualquier sistema democrático, como ocurre en el Gobierno Autónomo, donde Clavijo, con 17 de 60 diputados en el Parlamento, continúa en el poder, por esos apoyos puntuales del PSOE y por las "muletas" de Asier Antona (que está atado y bien atado por los acuerdos de Rajoy y Oramas en Madrid) y por Casimiro Curbelo, el líder gomero que maneja a su antojo la ASG, fundada por él mismo.
Mucho te quiero perrito, pero pan poquito, y lo cierto es que en todos estos feos y antidemocráticos asuntos, subyace el histórico "pleito insular", porque de hecho parece evidente que Ángel Victor Torres y Fernando Clavijo se han repartido el Archipiélago: Tenerife para CC y Gran Canaria para el PSC. Y, si no, al tiempo, que uno es perro viejo en estas cuestiones. Ya el veterano Jerónimo Saavedra practicó ese reparto en otros tiempos no muy lejanos como ATI, que es la precursora de Coalición Canaria.
