Paco Pérez23.10.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Este chico de la coleta, el tal Pablo Iglesias, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, quiere ser el principal protagonista de la actual situación política en nuestro país y se ha ido a ver a unos cuantos independendistas y nacionalistas catalanes y vascos, para autoerigirse en el gran salvador de la patria e intentar que apoyen los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, tras el acuerdo conseguido entre Podemos y el Gobierno de Sánchez.
Iglesias Turrión quiere vender una imagen de concordia y de hábil negociador y, sin contar con nadie (no creo que el Gobierno socialista vea con buenos ojos estas intromisiones del líder podemita) se ha autoerigido en el gran negociador y se ha ido a entrevistar con Oriol Junqueras en la prisión catalana donde está internado el ex-vicepresidente autonómico catalán y, además ha hablado por teléfono con otro conocido delincuente, el fugado Carlos Puigdemont, que sigue burlándose de todos los españoles desde su cobarde huida a Bélgica, además protegido de manera incompresible por la Justicia flamenca y por la alemana, que todo hay que decirlo. Y además, Iglesias le ha dado una categoría al "Puchi" que ni tuvo ni tiene.
La jugada del intrépido y atrevido Pablo Iglesias le puede salir bien a él y a Podemos, pero él no tiene porqué erigirse en el protagonista del momento, porque nadie le ha dado velas en este entierro, a no ser que el insensato de Pedro Sánchez le haya encargado acercase tanto a Junqueras como a Puigdemont como al presidente vasco, Iñigo Urkullu y a otros líderes del PNV. No pongo la mano en el fuego por nadie, y menos en política, que es algo así como el arte de hacer posible lo imposible. Y no me gusta en absoluto el papel que está interpretando el profe de la coleta.
