Y no aprendemos
Mientras en el congreso de los diputados y en varias asociaciones, se pelean por ver quién la tiene o lo tiene más grande durante todo este tiempo. A su vez se dedican a crear odio y crispación entre todos los españoles. La ceguera a nivel nacional es cada día más grande y más inverosímil. La incomprensión, lo absurdo y lo sorprendente, arremete directamente contra pensamientos tóxicos, envenenados por una ideología totalmente borrosa en incrédula que día a día se ríe de todos ellos. Los utilizan como marionetas fácilmente manejables desviando su mirada a discusiones irracionales, mientras ellos andan a sus anchas haciendo y deshaciendo lo que les interesa, aclamados por el silencio de un pueblo sumiso y ya enterrado sin que lo sepan todavía
Relatos de la vida
La vida con su brillo y sus lucecitas de colores iluminando senderos de mil amores, amores que van y vienen, que se forjan con el tiempo. Tiempo que se detiene cuando su mirada te roza sin querer, un escalofrío te sube por los pies. Aires de magia se asoman para ver, sus ojillos enamorados al atardecer. Un atardecer que se tiñe de azul rojizo donde el sol enamorado da paso a la luna abrigada por la oscuridad, ella brilla sin temor al amor. Un amor a veces dulce, a veces salado, a veces imposible pero ahí está la bendita vida con sus colores decorando corazones.
Gobernar es servir
Uno de los políticos más importantes de la historia del socialismo y de la democracia en España, Felipe González, dijo una vez que âal gobernar aprendí a pasar de la ética de los principios a la ética de las responsabilidadesâ. No existe una manera más simple de resumir la realidad de quienes al llegar al poder descubren esa vieja frase de que gobernar es servir. Y que para hacerlo, a veces hay que despojarse de los sueños imposibles para dedicarse a las realidades urgentes.
La confianza puede ser nuestro peor enemigo
Todo parece indicar que el mundo a vuelto ha la normalidad, a su forma de vivir como lo hacíamos anteriormente. Con la llegada del verano, millones de personas se lanzan desesperadamente a ocupar las playas del Mediterráneo y del Atlántico. De pronto, el coronavirus parece ser que ha pasado a un segundo plano. Muchas personas parecen haber olvidado que todavía tenemos que seguir viviendo con el virus pandémico. Un virus, que sigue estando en todos los rincones del mundo y que en cualquier momento, si no respetamos las normas y protocolos sanitarios, podría volver como un repunte mucho más fuertes que hace tres meses anteriores. Tenemos que tener en cuenta, que la COVID-19 llegó al planeta tierra en una especie de espejo, de manera metafórica, con el objetivo de demostrarnos en realidad lo vulnerable que somos ante las leyes del universo o por la creación de un virus pandémico nacido de un laboratorio humano.
Cuestión de confianza
Lo que hace falta es que se pueda trabajar con libertad, para continuar con la actividad económica, mantener el empleo, incluso procurar aumentarlo, así como conservar activo el sistema productivo. El tejido empresarial necesita arrancar con fuerza, después de este forzado confinamiento. No podemos continuar sine die con las empresas pendientes de lo que decidan ideológicamente los responsables públicos, porque sencillamente significaría su desaparición, por cierto, esos políticos desconocedores en su gran mayoría de lo que es y cómo funciona la empresa privada, provienen mayoritariamente o casi exclusivamente de la función pública, lo que les impide entender la eficacia o velocidad que imprime la iniciativa privada a su ejercicio cotidiano. Es más, tienen una tendencia subjetiva a despreciarla. La viabilidad de la reconstrucción depende de la celeridad que se permita para volver a la normalidad. No es razonable seguir obstaculizando un desarrollo económico normalizado, todo por cuestiones doctrinales, partidistas o vanaglorias personales.
Cansado, cansado, cansado…
Cansado de que nos insulten, y nos comparen con depravados, machistas y violadores solo por el hecho de ser hombres. Cansado de la misma película de siempre y de querer hacernos creer algo que ni se nos pasaría por la cabeza. Cansado de las verdaderas burralidades que se escuchan de las palabras de algunas mujeres y te hacen pensar en qué mundo han vivido o con qué clase de hombres ha crecido.
Lágrimas inocentes
Dime, ¿cómo quieres que mi alma, deje de llorar en algún instante?. Si tu inesperada ausencia me ha robado la calma, y mi corazón no puede olvidarte.
En defensa de los más débiles
En muy pocas décadas, España se convirtió en un país moderno y puntero. Dejó atrás la incultura, el analfabetismo, la pobreza generalizada y la falta de libertades que había padecido durante muchos años. Fue un milagro edificado por millones de trabajadores que se formaron en mejores especialidades, por emprendedores que lanzaron negocios de éxito y por unas instituciones que pusieron a disposición de todos una nueva educación, una nueva sanidad y una nueva administración.
Se avisó con tiempo, pero no se le puso importancia
En estos momentos del comienzo del siglo XXI, el futuro de cualquier país en el mundo es totalmente incierto, especialmente porque tendremos que vivir con la COVID-19 hasta que se logré la tan deseada y esperada vacuna. Es por ello, que el futuro de la raza humana es una verdadera incógnita, obligándonos a vivir, pensar y trabajar en el presente, pues la presencia del coronavirus y el confinamiento, motivó dejar grandes secuelas en el tejido empresarial y económico, previéndose un largo camino para recuperar la normalidad económica y empresarial.
Poesía del alma
La poesía es el arte de redactar con palabras aquello que sale del alma. Un alma que enhebra agujas de cada color tiñendo su historia en un corazón parcheado que renace a cada puntada. El dolor por intentar o el miedo a fracasar, hacen que la cura del todo mal sea el amor. Un amor que cura el dolor como poesía del alma. Como esa alma que susurra bajito lo que un grito no oyó. No oyó por cobardía o miedo a descifrar ese lenguaje cuyo aprendizaje dolía saber.