“Erre que erre”

Ya estamos instalados en el último mes de este singular año 2020, y como le ocurre a casi todo el mundo por estas fechas, no puedo evitar la tentación de hacer balance, de sopesar el debe y el haber en el ámbito personal y profesional, de los esfuerzos y resultados obtenidos, así como de los deseos y las desilusiones. Y en este último apartado (en el de las decepciones), he de sumar un último apunte a cuenta del controvertido Alcalde de Alajeró, Manuel Ramón Plasencia. El desencanto viene a colación del último pleno de la Corporación, celebrado el pasado día 4 de diciembre, en el cual se propone un estudio de viabilidad técnica y ambiental para la ampliación del Puerto de Playa de Santiago. La primera impresión de todos los Concejales de la oposición fue un sentimiento de sorpresa.

Destruyendo un país llamado España

Estamos asistiendo vergonzosamente a un embrollo generalizado, compuesto, orquestado, dirigido y actuado, caben todos los colores e ideologías, por la mayoría de la clase política de este país, que, a su vez, sufre diariamente sus nefastas consecuencias. Lo están fracturando, por acción, omisión, interés maligno o por odio. Todo son follones, líos, enfrentamientos, malos modos, crispación generalizada, en fin, inmadurez o lo que sería peor, mala intención. No hay manera que haya sosiego en nada, aunque el asunto o tema a tratar sea banal. Parece que más que estar dentro de las instituciones, están en un cuadrilátero de boxeo, para ver quien tiene más fuerza, mejor gancho o aguanta más. Por otro lado, quien está harta de ésta espantosa forma de funcionar es la ciudadanía, agobiada por todo lo que está pasando y especialmente sufriendo, mientras unos cuantos vividores de lo público, con buenos sueldos asegurados mes tras mes, dietas que nunca faltan, bastaría más y jubilaciones de oro, se divierten a expensas del padecimiento, muchas veces con dolor agudo, de la inmensa mayoría de la gente.

Cuidemos de nuestra democracia

Libertad, justicia, igualdad y pluralismo político es lo que propugna el primer artículo de nuestra Constitución española, que este domingo cumple 42 años. La norma fundamental de nuestro ordenamiento jurídico alcanza su plena madurez cuando parece que algunos pocos aún siguen atrapados en la adolescencia, un período complicado y marcado por una revolución hormonal que se desencadena en actos de rebeldía y palabras altisonantes con tal de arrasar con el protagonismo de las miradas de la sociedad.

Destrucción de la pequeña y mediana empresas

Ni que decir tiene, que la pandemia del coronavirus sigue contagiando y matando a miles de persona en todos los rincones del mundo, pero también estrangulando y asfixiando la economía mundial, donde cientos de miles de pequeñas y medianas empresas se han visto abocadas al cierre definitivamente. En lo que respecta a Canarias, la Confederación Canaria de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme) y la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) han analizan las repercusiones de la crisis en las islas, donde se han destruido 6.500 empresas y más de 50.000 empleos en el sector servicios desde 2008.

Riesgos y amenazas en el ciberespacio, ¿cómo afrontar los retos en ciberseguridad?

Como cada 30 de noviembre desde el año 1988, ayer se celebraba el Día Internacional de la Seguridad en la Información, una iniciativa que surgió de la prestigiosa asociación internacional de profesionales, investigadores y formadores de informática ACM (Association for Computer Machinery), con el objetivo de realizar acciones conjuntas a nivel institucional, educativo y en las empresas y así concienciar de la importancia de proteger la información a través de una serie de medidas de seguridad en los sistemas.

Vivir en un abrazo

La vida es un continuo aprendizaje. Pero todo lo llevamos con demasiada prisa para que nos vaya calando. Ahora más. Recuerdo con nostalgia –quién lo iba a decir- aquel julio del ochenta y seis, yendo en la guagua a enfrentarme al primer examen de la oposición. Había salido con tiempo pero de pronto el bus se paró. Los nervios me estaban comiendo. Me daba miedo no llegar o hacerlo tarde. El motivo era que el conductor había reconocido a un amigo que caminaba por la acera y le pareció que se debían una charlita justo en ese momento. Ni un solo pasajero dijo ni mu. Y los coches que iban detrás esperaban pacientemente. Yo, recién llegado, ni abrí la boca. Sería la normalidad. No pasó nada. Llegué a tiempo, aprobé el examen y me quedé con la copla. Tardé poco en adaptarme a esa nueva filosofía que a la postre he dado por bastante más inteligente.

Soneto a La Palma de Gabriel Duque Díaz, 1832

En la escena periodística y literaria de La Palma, el año de 1917 alumbra con la salida de la cabecera Los Raros. Un periódico que, en su corta existencia, estuvo dirigido por el poeta y carpinte­ro Gabriel Duque Díaz (1892-1952), uno de los mayores del grupo (hijo del maestro de obras Atilio Duque Batista y de su mujer Josefa Díaz Her­nández), quien como poeta se dio a conocer en varios rotativos palmeros.

Consejo de Ministros en Cantora

La responsabilidad exige poner cuidado, atención en lo que se hace o decide, además de tener la gallardía de responder por lo que se actúa. No es fácil, pero es oportuna. Su fundamentación está en la seriedad personal y en la altura moral o conciencia ética de las personas con fundamento. La libertad siempre va unida a esa responsabilidad que la hace grande. Precisamente, es esa capacidad existente en todo sujeto, para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente, lo que le da consistencia, seguridad o confianza. Ya decía Abraham Lincoln que “no se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy”. Aquí está la cuestión candente en estos días, se pide constantemente a la ciudadanía, madurez y compromiso, para superar la grave crisis sanitaria que padecemos a nivel global. La sensatez es la gran protagonista en la mayoría de los casos, pero como en todo lo que pasa en la vida, siempre hay excepciones, que estropean o mejor dicho, afean lo que se está haciendo bien.

El último asalto al virus

El pasado 14 de marzo nuestra vida, tal y como la conocíamos hasta ahora, dio un giro de 360 grados. El dichoso virus se coló en nuestra sociedad y nos obligó a permanecer en nuestros hogares más tiempo del que quisimos. Hemos recorrido una larga batalla hasta ahora, y si bien, hemos ido dando pasos, aún nos queda el definitivo, que vendrá de la mano de la vacuna que ponga fin a esta pesadilla y a este año en el que muchos canarios han tenido que pelear con otros púgiles aún más difíciles de noquear como el desempleo, la pobreza y la precariedad.


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