Los "tupper" de mamá
Por: Paco Pérez pacopego@hotmail.com Por algo dicen las personas del sexo femenino que, como el amor de madre no hay otro igual. Y existe un dicho popular, que conozco desde hace muchos años, que afirma que "una madre es para cien hijos, pero cien hijos no son para una madre" y ya sabemos que esas sentencias populares suelen ser muy ciertas. A mí me llama mucho la atención, cuando los hijos están estudiando carreras universitarias fuera y no residen ya en el domicilio familiar, cómo las madres se desviven porque sus vástagos estén bien alimentados. Es lo que uno denomina las "madres tupper" El otro día, precisamente, recibo un mensaje de una querida amiga que vive en un pueblo del Sur de la Isla, en el que me indicaba; "estoy viajando hacia La Laguna, a ver a mi hija que está estudiando en la Universidad y a llevarle unos "tupper" con comida que le he hecho, para que esté bien alimentada" y, en el mismo mensaje añade, "a ver cuándo te ocupas des escribir un artículo y cuentas los sacrificios que hacemos por nuestros hijos muchas madres". Como pueden comprobar, atiendo gustosamente a la petición de esta mujer, porque tiene toda la razón del mundo. Muchos padres y madres de las Islas se ha sacrificado por darles estudios universitarios a sus hijos, desde cualquier punto del Archipiélago. En el edificio donde vivo actualmente residen decenas de estudiantes (especialmente de La Palma) que estudian en la ULL y que tienen madres "tupper", como no podía ser menos. En mis tiempos juveniles, recuerdo cómo muchas madres enviaban por correo paquetes con comida a los hijos que estaban fuera, que estudiaban en la Península, especialmente en la Universidad Complutense de Madrid, en la Hispalense sevillana o en Cádiz, la llamada "Tacita de Plata", donde estudiaron Medicina muchos alumnos procedentes de Canarias. También muchos faramacéuticos canarios cursaron estudios en Granada y/o Santiago de Compostela y Barcelona. Aquellos peculiares envíos contenían los más variados alimentos: chocolate, latas de conservas, bizcochos caseros, bolsas de leche en polvo y un típico producto que era imprescindible; gofio, algo absolutamente necesario para que los muchachos estuvieran fuertes. En la actualidad, se han sustituido aquellos paquetes envueltos en telas de sacos y atados con cuerdas por los "tupper" (fiambreras de plástico), que contienen especialidades gastronómica de mamá, en las que no pueden faltar la exquisita tortilla de papas y, por supuesto, sus croquetas y sus albóndigas, que son realmente únicas. ¿O no?
Venezuela, a oscuras
Por: Paco Pérez pacopego@hotmail.com Según las últimas noticias que nos llegan desde Caracas, Venezuela está sin energía eléctrica desde el pasado viernes, día 8, lo que ha sumido al país en un caos, debido a que el apagón se prolonga ya cinco días y es muy probable que la república hermana continúe así durante cierto tiempo, porque parece que no existen medios materiales suficientes para solucionar el problema. Mientras fuentes oficiales del régimen de Maduro culpan de la situación a los Estados Unidos, que habría emprendido un ciber ataque contra determinadas plantas de producción energéticas, empleados de las compañía estatales han denunciado que los fallos se han producido por el incorrecto mantenimiento de las instalaciones, por falta de presupuesto, como ocurre también en la importante industria petroquímica del país caribeño. En el distrito capital y en las principales ciudades del país se han producido numerosos saqueos a comercios, especialmente de alimentos, en horas nocturnas, a pesar del toque de queda decretado por el Gobierno, a partir de las cinco de la tarde en todo el territorio nacional. En Venezuela este lunes se suspendió la actividad académica en todos los niveles educativos, por lo que escuelas, colegios, liceos, institutos y universidades permanecieron con sus puertas cerradas. En las últimas horas, aparte de carecer de luz eléctrica, la población de gran parte de Caracas sufre restricciones en el abastecimiento de agua potable y permanece cerrado el Metro de la capital. Muchos habitantes han acudido con sus carros (coches) a las bombas de gasolina (gasolineras), para abastecerse de combustible, ante insistentes rumores de que el carburante va a escasear en los próximo días. La situación es caótica en hospitales y diversos centros sanitarios y fuentes opositoras han afirmado que han muerto varias decenas de personas en las últimas horas por no poder ser atendidas adecuadamente. La enorme crisis social, económica y sanitaria del país ha llegado a tocar fondo y todo parece indicar que el final del dictador Maduro y de toda le estructura de este narco-Estado creado por los chavistas está cada día más próximo, pero nadie se aventura a adivinar la salida a esta situación.
Tenerife, víctima de la cobardía política
Por: Óscar Izquierdo Presidente de FEPECO Los políticos de Tenerife, históricamente y actualmente, da lo mismo la ideología o el partido político que representaban o representan, no han tenido ni valentía, ni arrojo, ni agallas para sacar adelante las obras de carreteras; se han plegado cobardemente a los noistas y a los pone pegas profesionales que están incrustados en todas las administraciones, que cobran sus buenos sueldos a final de mes, hagan o no hagan y que su misión es poner todo tipo de impedimentos, basados en sus ideologías y no en criterios profesionales, para que no se ejecute nada en Tenerife. Seguro que algunos pensarán o saldrán diciendo que ellos no son así, pero que se han encontrado con tal o cual obstáculo que les ha impedido hacer lo que querían. Precisamente ahí está la pusilanimidad, en ese âpero…â que ha detenido cualquier acción concreta. No han sabido, ni saben o lo que es peor, no han querido, ni quieren afrontar los inconvenientes con espíritu de victoria, es decir, con ánimo de vencer cualquier estorbo que aparezca, pase lo que pase, luchando contra las trabas, que en muchas ocasiones son fruto, más de la falta de criterios para tomar determinaciones, que de alguna razón objetiva. Tanto la derecha, como la izquierda, como los nacionalistas, han tenido responsabilidades de gobierno en algún momento en las últimas tres décadas, aquí no se salva nadie. En la Cartilla Militar ponía en uno de los apartados "valor, se le supone" claro, el ejercito sólo podía conjeturar que aquellos jóvenes en el momento que se les pidiera demostrarían su valor, pero no podían estar seguros. En Tenerife los hechos y las consecuencias hablan por si mismos, tenemos una isla colapsada viariamente, con un caos circulatorio insufrible, insoportable e insano. Es la consecuencia de llevar más de 30 años mareando la perdiz, perdiendo el tiempo, hablando más que haciendo, prometiendo más que realizando. Porque como decía Francisco de Quevedo ânadie ofrece tanto como el que no va a cumplirâ. La confianza generalizada en una sociedad es el resultado de la constancia en el cumplimiento de las promesas. Es tanto lo que se puede hacer, que no se comprende que no se haga nada. Lo poco que se ha ejecutado en los últimos años, no ha tenido trascendencia ni efectividad, porque no se ha notado una mejoría en la circulación, ni en la descongestión viaria. En carreteras, los resultados no requieren mucho tiempo de adaptación, al contrario, se tienen que sentir inmediatamente después de terminar la obra, si no es así, es que se ha proyectado mal. La planificación de las obras se tiene que hacer con perspectivas de futuro amplias y no dentro del cortoplacismo del período de gobierno que corresponda en ese momento y de la megalomanía del político de turno, que siempre quiere dejar para la posteridad una obra emblemática con su sello personal. El poeta latino Horacio también sentenciaba âlas muchas promesas disminuyen la confianzaâ. Eso es lo que está pasando con la ciudadanía, no hay certezas creíbles, ya no creemos propuestas a desarrollar, lo que queremos son hechos. No vale la foto de la primera piedra, porque la experiencia nos dice, que en algunos casos no se ha puesto ni la segunda; lo que tiene valor es poner la última piedra, porque eso significa que la obra está terminada. No han sabido gestionar diligentemente las obras de carreteras. Seguimos escuchando la cantinela de hace tres décadas, los mismos errores y en algunos casos las mismas personas. El descalabro de la movilidad en Tenerife es el fracaso de la política como servicio público. Sin la presión de la sociedad civil los políticos no actúan, se resisten a intervenir, incluso cuando haya urgencias que resolver. Pero en el caso de las carreteras en Tenerife, ha sido la sociedad civil quien ha protagonizado el empuje necesario para que los políticos, por lo menos, se preocupen del tema, entre otras cosas, porque las colas valen o quitan votos.
(1-1) Penoso Tenerife, que cede otro empate en casa
Por: Paco Pérez pacopego@hotmail.com El C.D. Tenerife es una auténtica murga desafinada, que este domingo volvió a ceder un nuevo empate en casa, esta vez ante el Numancia, en un choque que mereció ganar el conjunto soriano, por su actitud, por las numerosas ocasiones de gol que tuvo durante los noventa minutos y porque hizo correr detrás del balón a los jugadores blanquiazules durante gran parte del encuentro. El conjunto de José Luis Oltra volvió a salir muy desconcentrado y ya llega a desquiciar a la parroquia, que contempla con incredulidad cómo un grupo de profesionales fracasa jornada tras jornada, a pesar de sus buenas intenciones. En toda la primera mitad el Tenerife fue incapaz de tirar a la meta contraria y solo un saque directo de córner de Milla vio puerta en el minuto 24, convirtiéndose en gol "olímpico". Lo único positivo que ofrecieron los locales en el primer acto de este choque, en un penoso espectáculo. Sin mostrar grandes cosas, el Numancia mereció ganar, incluso con holgura, pero esta vez Dani Hernández, el cancerbero local, salvó con grandes intervenciones un empate, otro más que ceden los blanquiazules esta temporada en el "Helidoro". El único tanto visitante llegó a última hora (minuto 85), obra de un limpio cabezazo de Higinio, tras un saque de esquina, en un claro error de marcaje de la defensa tinerfeñista. Este Tenerife carece de personalidad, no saca bien el balón jugado desde atrás, no sabe presionar al contrario y es un conjunto muy endeble, que no trasmite buenas energías, sino todo lo contrario. El futuro es bastante negro, porque hay que asegurar la permanencia de categoría y el calendario más inmediato no ayuda al optimismo: los tres próximos rivales son, ni más ni menos, que tres conjuntos que luchan por estar arriba, como Alcorcón, Osasuna y Albacete. Menuda papeleta para José Luis Oltra, que se mostró dolido y ha reconocido que su equipo jugó muy mal este domingo.
Gomeras en lucha
Por: Casimiro Curbelo Presidente del Cabildo de La Gomera y portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias El pasado viernes las mujeres protagonizaron un día de huelga para hacer visible su ausencia de una sociedad en la que tienen un papel protagonista fundamental. La lucha de las mujeres por la igualdad es también la lucha por un mundo más justo, más equitativo y más humano. No es una lucha por ellas, sino por todos. Ciertamente es el tiempo de las mujeres. Es un momento de la historia en que se están produciendo cambios profundos en la sociedad. Pero para que estén ocurriendo hoy esas transformaciones fue necesario que hace muchos años, en un contexto social mucho más difícil y hostil, algunas mujeres dieran el primer paso decisivo. Cosas que hoy resultan absolutamente normales, que se aceptan de forma natural por nuestra sociedad, eran impensables hace sólo unas décadas, cuando hasta la legislación consideraba a las mujeres subordinadas a los hombres y les negaba los derechos inherentes a su libertad. Esos derechos se han conquistado, pero no sin esfuerzo. Cuando echamos la vista atrás, a los tiempos de nuestros abuelos, la vida para todos era muy difícil. Pero fue más difícil para las mujeres. En los momentos de dificultad o de hambruna, los hombres emigraban de islas como La Gomera buscando el futuro en otros lugares. Las mujeres se quedaban a cargo de una familia que tenían que sacar adelante, a veces con su propio esfuerzo. Esta semana, sumándonos al día de la mujer, el Cabildo de nuestra isla quiso hacer un homenaje a las artesanas. Y lo hicimos no sólo porque son agentes fundamentales de la conservación del patrimonio cultural de la isla y un sector económico que aporta valor añadido a nuestra sociedad, sino porque en su figura representan a otras mujeres, a sus antecesoras, a aquellas que vivieron ese otro mundo donde las mujeres tenían todas las obligaciones y ningún derecho. Aquellas mujeres fueron las que ayudaron a sacar adelante a sus familias en los tiempos de penuria. Fueron las que recorrían kilómetros a pie, llevando sus piezas de alfarería que elaboraban para cambiarlas por productos con los que alimentar a sus familias. Fueron ellas las que se levantaban con las primeras luces para ir cargadas con su trabajo y volver cargadas con aceite, millo o pescado. Fueron esas mujeres las que sostuvieron la vida de sus hijos. Sin esas mujeres, abuelas, madres, hermanas e hijas, que apenas tenían un par de alpargatas, no se puede entender la historia de nuestra isla. Ellas sufrieron, las primeras, la pobreza y el abandono. Ellas fueron la fuerza y el coraje que mantuvo en pie a sus familias. Ellas fueron el sostén y el apoyo de sus hijos cuando más lo necesitaron. Y sobre su esfuerzo y su sacrificio se cimentó la vida tan distinta de sus descendientes de hoy. Las jóvenes de La Gomera en el siglo XXI son abogadas, arquitectas, médicas o ingenieras. Son las mejores profesionales de la hostelería, de la restauración o del comercio. Y son también las mujeres que han decidido seguir con la tradición de la artesanía elevándola a una nueva categoría de actividad económica de éxito. Aquellos años de cocinas de leña en las que había muy poco que comer no están tan lejos, aunque lo parezcan. Y recordándolos podemos comprender cuánto hemos cambiado y cómo hemos cambiado. Hemos conseguido la libertad y el desarrollo económico. Hemos luchado contra la pobreza y hemos creado un mundo un poquito más justo. Pero sobre todo hemos visto como las mujeres se han puesto en pie para asumir sus vidas de forma plena e independiente. Con el homenaje a las artesanas de hoy hicimos también un reconocimiento a las de ayer. A aquellas mujeres fuertes y valientes de las que nunca habló nadie. A las que padecieron el peor machismo de una sociedad que les privó de derechos tan básicos como el acceso a la educación o a la libertad de decidir sobre sus propias vidas. La fuerza de esas mujeres está más presente que nunca en una batalla por la igualdad en la que ya no están solas.
La crisis de las industrias farmacéuticas en Venezuela
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández Venezuela llora; se marchita, muere lentamente ante una dictadura chavista cruel y sin precedente en la historia del país caribeño. La corrupción; la inseguridad, la falta de alimentos, medicinas, motivan entre otras tantas cosas, una Venezuela bella y hermosa se vea despojada de sus importantes recursos de materias primas y de sus paisajes bellos. Una tierra agradecida, donde miles de personas vivieron en otra época con ilusión, esfuerzo y trabajo. Un país que abrió sus puertas a muchos emigrantes de distintos puntos de mundo, especialmente canarios y gallegos. Po otro lado, y en lo que respecta a la grave crisis sanitaria que en estos momentos atraviesas los ciudadanos del país caribeño, Daniel Lozano, en el periódico digital La Patilla, lo describe de la siguiente manera. Los venezolanos juegan desde hace años una especie de ruleta rusa con su vida. ¿Culpable? El desabastecimiento del 85% en farmacias y hospitales: de cada diez medicinas que se buscan, sólo se encuentran una y media. Las redes sociales se han convertido en la principal farmacia del país, donde se rastrea lo que no se encuentra en la calle y en donde manda la solidaridad. Estas son las claves de cómo Venezuela ha llegado a semejante crisis humanitaria: Así lo reseña elmundo.es Control de cambios. Las empresas farmacéuticas venezolanas no fabrican materia prima, ésta se importa, se procesa y se convierte en medicamentos. La dependencia de la importación es absoluta y por lo tanto también del esquema montado por el gobierno para adjudicar las divisas a los importadores. Un mecanismo contaminado por la corrupción, que según Jorge Giordani, vicepresidente económico de Hugo Chávez, provocó el desfalcó de 400.000 millones de dólares. Estalla la crisis económica. En 2012 el Estado comienza a acumular impagos con aerolíneas extranjeras, comerciantes, empresarios y también las empresas farmacéuticas, a las que otorga el mismo trato que a las demás. La deuda de las empresas nacionales y también de las transnacionales con sus proveedores en el exterior va creciendo con este sector tan básico hasta alcanzar la cifra de 5.700 millones. El desabastecimiento irrumpe en farmacias y hospitales. Precios regulados. El artículo 8 de la ley de regulación de precios incluye a las âmoléculasâ (principios activos) en el grupo de productos de precios congelados. Así una caja de ocho pastillas del conocido protector gástrico Omeprazol costaba dos centavos de dólar, lo mismo que los 30 comprimidos de Glucofage contra la diabetes. La imposición gubernamental sitúa a la industria contra las cuerdas y ante las pérdidas (fabricar estos medicamentos es más caro que su precio de venta) reduce al mínimo la fabricación de estos remedios. Se dispara la escasez. En 2014 se alcanza el 60% y en 2016 ya llega al 85%, tanto en medicinas de uso común como en tratamientos de alto costo. Se acabó el dinero. En septiembre de 2016 se paralizan todos los pagos al exterior. Si no se paga la materia prima: ¿cómo se pueden fabricar las medicinas? Alarma roja entre enfermos crónicos. En 2016 el Estado reduce la lista de las medicinas prioritarias y dejan fuera condiciones de salud crónicas más complejas: cáncer de mamas, esclerosis múltiples, condiciones psiquiátricas, artritis, hemofilia, transplantados, diálisis, VIH, paliativos… âFrenazo por completo de la llegada de productosâ, recuerda Feliciano Reyna, fundador de Codevida. Cierre de farmacéuticas. Las deudas e impagos golpean duramente a la industria: de las 56 plantas farmacéuticas existentes, sólo sobreviven 15, tras la expropiación y cierre por contaminación de SM Pharma, creada por emigrantes españoles y considerado uno de las farmacéuticas más competentes del país. Solución a la cubana. El gobierno otorga la licitación de medicamentos a militares, que conforman compañías cercanas al poder que realizan compras internacionales a precios desorbitados. Los precios se multiplican en las farmacias, lo que se une a la escasez tan palpable. Del contrabando de la frontera, que incluía medicinas a precios irrisorios, se pasa a la triangulación: se vende muy barato al exterior y se recompra mucho más caro. Consecuencias. Los enfermos se convierten en los grandes perdedores del huracán bolivariano. Las víctimas directas del desastre son 140.000 enfermos de cáncer, más de 300.000 con dolencias cardiológicas, 300.000 enfermos crónicos, como Parkinson y hemofilia y 79.000 con VIH. Dejan de recibir tratamiento desde 2016 o lo reciben de forma intermitente, con todo lo que ello conlleva para el agravamiento de su salud. La âdietaâ es tan severa que algunos se han visto obligados a recurrir a medicamentos veterinarios.
El Tenerife, obligado a ganar al Numancia
Por: Paco Pérez Tras el parón de quince días, por la prevista suspensión del choque ante el Reus, el C.D. Tenerife --que le ha reportado una victoria teórica y tres puntos más en su casillero-- está obligado a ganar este domingo en el "Heliodoro" a un rival complicado, el Numancia, cuyo objetivo es pescar algo positivo en el río revuelto blanquiazul, porque el estadio santacrucero ya no es tan inexpugnable como en otras temporadas. Al conjunto dirigido por José Luis Oltra no le queda otra alternativa que doblegar a la escuadra soriana, si realmente quiere distanciarse de los puestos peligrosos de la tabla que conllevan la pérdida de la categoría, aunque este año es más fácil salvarse del descenso porque solo hay tres plazas malditas, tras la descalificación del Reus. El gran problema del Tenerife es su pólvora mojada, porque este año lleva muy pocos goles a favor (menos de uno por partido), lo que le convierte en uno de los peores equipos realizadores de la categoría. En este sentido, hay que destacar la inoperancia de Jose Naranjo, el jugador que más cobra de la plantilla; la ineficacia de cara al marco del serbio Malbásic, que no ha tenido fortuna a pesar de su esfuerzo y pundonor, y la casi nula participación del lagunero Nano Mesa y del argentino Fernando Coniglio. En los puntas es donde Oltra tiene más dudas y es un misterio cuál será la pareja atacante que alineará el Tete este domingo, a partir de las cinco de la tarde. En la defensa, el técnico valenciano, que no puede disponer de Jorge Saenz de Miera, sancionado, tendrá que elegir sustituto entre el granadino Carlos Ruiz o hacer debutar al argentino Dos Santos, el único refuerzo de invierno que no ha jugado todavía. Como poniendo la venda antes de la herida, el portero del Numancia, Juan Carlos, ha declarado a Radio Marca que este partido será difícil, sobre todo por el trastorno de tener que viajar a Canarias... (sic). Como muy bien le ha replicado en la misma emisora el entrenador blanquiazul, el Tenerife tiene que viajar a la España continental cada quince días, con lo que ello significa. El Tete necesita los tres puntos como agua de mayo. Es domingo de Piñata. Carnavales. ¡Ay, Dios mío¡
Ni machistas ni feministas, seres humanos
Por: Paco Pérez Es muy triste que en pleno siglo XXI aún existan grandes desigualdades de derechos entre hombres y mujeres y que la Humanidad tenga que celebrar cada ocho de marzo el Día Mundial de la Mujer, porque todavía existen grandes brechas salariales entre lo que cobran unos y otras, por el simple hecho diferencial del sexo. La Historia relata y evidencia el abuso de los hombres sobre las mujeres a lo largo de los siglos y solo fue en la pasada centuria cuando las mujeres, en algunos países occidentales, pudieron ejercer su derecho a votar en unas elecciones. Es lamentable, por ejemplo, que hoy en día en nuestro país, en algunos sectores laborales, las mujeres cobren dos mil quinientos euros menos al año respecto a los trabajadores masculinos, por término medio, por desempeñar las mismas tareas. Incomprensible. En muchos países las mujeres no pueden conducir un coche y en sociedades retrógradas e injustas una chica no puede elegir ni siquiera el hombre con el que va a compartir su vida, porque el novio le es impuesto por familias que no atienden a razones lógicas, por mera tradición. Como ocurre con la terrible mutilación genital de miles y miles de niñas, a quienes se les arranca el clítoris a lo bestia con cuchillos y hojillas sin la más mínima higiene, en una intervención sin sentido alguno. Vivimos en una sociedad muy injusta, que discrimina a los seres humanos según su sexo y eso es muy triste y deplorable. Tenemos que procurar un mundo igualitario, sin machistas ni feministas, en donde prevalezca la sensatez que se le presupone a todo ser humano. Es una tarea harto difícil, pero no irrealizable, cuando la razón triunfe. Espero que esa victoria llegue lo antes posible, porque tenemos esa asignatura pendiente y hay que aprobarla con nota.
Gobernar mediante decretos
Por: Paco Pérez No seré quien se arrime al árbol que más cobija y me ponga a criticar abiertamente al actual presidente del Gobierno, porque Pedro Sánchez esté gobernando en las últimas semanas de esta legislatura parlamentaria mediante decretos aprobados por el Consejo de Ministros. Y no crean que el señor Sánchez me cae muy simpático, pero le ha puesto huevos al asunto y aunque lo pongan a caer de un burro desde el tripartito de las derechas (Vox, PP y Cs), lo cierto es que está sacando adelante una serie de acuerdos y medidas de carácter progresista, en beneficio de las clases sociales más desfavorecidas. Es evidente que la correcta aplicación posterior de esos decretos conllevarán un gasto extraordinario al Estado, como a masiva convocatoria de plazas en la función pública o las ayudas a los parados de larga duración de más de 52 años de edad, dos claros ejemplos de que este Gobierno, en la medida de lo posible, está atendiendo demandas sociales. Como el anuncio de construcción de miles de viviendas en diversas zonas del país. Ante la posibilidad de que las formaciones más conservadoras regresen al poder tras los comicios de finales de mayo, está claro que estas medidas gubernamentales han caído como una patada en el estómago a los líderes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Albert Rivera, por cuanto entienden que los últimos acuerdos del Gabinete de Sánchez conllevan un excesivo gasto público (como si la derecha de este país administrara mejor el dinero de todos), además de tener un tufillo electoralista. Esto último es cierto, pero mal de muchos consuelo de tontos, porque en los últimos meses de mandato, todo el que gobierna tiende a adoptar medidas beneficiosas para la población en general y congraciarse así con amplios sectores del mercado de votantes. Como ciudadanos lo que debe importarnos es que el país avance, que cada día sean menos los privilegiados y los poseedores de grandísimas fortunas, que siempre quieren manejar los hilos desde la sombra. Y que los más pobres y desfavorecidos puedan disfrutar de unas condiciones de vida aceptables. Ahí está la clave de todo. Y el que no quiera entenderlo, que no lo entienda.
La falsa publicidad de guachinche desparecerá de los restaurantes, casas de comidas, bodegones y tascas
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández Poco a poco, y tras años de lucha por defender a los guachinches y a sus viticultores, comienzo a ver más luz en todo este negocio del mundo de la gastronomía en Canarias. Ni que decir tiene, que ni Gobierno de Canarias; Cabildo Insular de Tenerife y propios ayuntamientos, han sabido gestionar el complejo problema de los guachinches, motivando dilatarse en el tiempo para que muchos establecimientos se aprovecharan del nombre de guachinche como carnada para los clientes. No descubro nada nuevo si digo que cientos de locales aprovecharon el gran tirón de la denominación âguachincheâ para hacer caja y poder atraer clientes a sus negocios, llegando incluso a denominar a estos nuevos locales âguachinches modernosâ falseando deliberamente la tradición canaria que rodea a esta denominación. Guachinche es un local propio de la isla de Tenerife, bastante arraigado a la isla, en el que se ofrece comida casera tradicional, como acompañamiento al vino de cosecha propia o de la zona. Así mismo, esto locales tradicionales tienen que tener bien visible el distintivo de G (Guachinche). Anteriormente era una V. Es por ello, y tras presentarse el pasado año una moción ante la Comisión Plenaria Permanente de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Política Territorial, Agricultura, Pesca y Aguas en la que se debatió el día 20, sobre la actualización y mejora de la regulación de los guachinches, por Francisco Déniz, diputado del Grupo Parlamentario Podemos Canarias, donde se aprobó por mayoría. Dicha moción venía a decir: El Parlamento pide blindar el término 'guachinche' y ampliar el periodo de apertura hasta los seis meses. Esta iniciativa fue llevada a cabo por Paco Déniz y Fernando Sabater, portavoz del partido en la corporación insular, a petición de Rafael Lutzardo y Anghel Morales; cuya propuesta estuvo referenciada para la regulación de estos establecimientos tradicionales de comida como medio para impulsar el sostenimiento de la producción local y el paisaje rural. Señalar, que el de Decreto del Gobierno de Canarias 83/2013, de 1 de agosto, por el que se regula la actividad de comercialización temporal de vinos y los establecimientos donde se desarrolla, no se está cumpliendo y precisa de modificaciones, por lo que estima conveniente que el Gobierno de Canarias evalúe las consecuencias, porque a su juicio, necesitan una reforma adaptada a la situación actual. Del mismo modo, Déniz apuntó que existen varios problemas que están atacando a este sector. Por un lado, âel incumplimiento de determinados locales de la normativaâ, en referencia a la oferta de un mayor número de platos de los permitidos, la venta de postres y bebidas que no cumplen lo establecido, y por otro, âel uso ilegal del término guachinche debido a la apropiación de cada vez más restaurantes y bodegas que lo utilizan como ganchoâ, a fin de obtener mayor popularidad. Un problema que Déniz señala como âuso fraudulento y publicidad engañosaâ del término guachinche, que a su vez genera una competencia desleal. En alusión a este hecho, el diputado expuso que las cifras da la Comisión Turística del Cabildo no se corresponden con la realidad: unos 37 guachinches registrados frente a las recogidas por la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa del Valle de La Orotava (Apymevo), que habla de entre 500 y 1.000 guachinches. Unas cifras desproporcionadas que se explican con el asentamiento de estos establecimientos en núcleos urbanos. Déniz indica que âla actividad de los guachinches genera cohesión municipalâ asimismo destacó que además de ser una actividad económica, cultural y de ocio, también es âejemplo de emprendimiento localâ que genera empleo y sinergias con otros establecimientos del entorno, motivo por el que insta su necesaria regulación y distinción. A su vez, Fernando Sabater, insistió en que âel objetivo principal es sacar a los guachinches de este limbo legal e instar a los servicios jurídicos para recuperar el términoâ. Entre las propuestas que presentó el portavoz de Podemos en el Cabildo están flexibilizar el plazo de apertura establecido -4 meses- ampliando dos más; otra sería que la uva no solo proceda del titular sino también de sus familiares y otros allegados, âsiempre del entorno inmediato, como una manera de proteger la producciónâ. También se habló de modificar el actual modelo de rótulo identificativo de los guachinches y el establecimiento de la administración pública de una página Web que recoja la información disponible en tiempo real de los guachinches registrados. Sabater indicó que una vez el Gobierno de Canarias âreconozca legalmente la denominación guachincheâ le corresponderá al conjunto de las autoridades públicas âproceder a una labor de controlâ en la que se garantice el uso no fraudulento de los guachinches y se retiré esta denominación de aquellos establecimientos de restauración que no cumplen los requisitos pautados. Como es sabido, fue en Tenerife (al inicio en la comarca de Acentejo, desde donde se extendió luego a otras zonas del Norte y del resto de la Isla) donde se consolidó en la segunda mitad del siglo XX una modalidad de establecimientos que comercializan el vino de su propia cosecha como medio para dar salida a los excedentes del producto. Conocidos a partir de un momento como Guachinches, a la venta del vino en estos locales se agregó la oferta de algunos platos de la cocina tradicional, concebidos en origen como el acompañamiento necesario para que los compradores pudieran probar los caldos de las diferentes barricas hasta decidir cuál adquirían. A partir de ahí se fueron consolidando una actividad y unos establecimientos que terminaron por arraigar en la cultura vitivinícola y popular de una parte significativa de la población isleña, y que desde hace tiempo contribuye a complementar la oferta gastronómica, y hasta turística, existente en el medio rural. Antes de seguir adelante conviene detenerse en reconocer en los guachinches un ejemplo extraordinario de emprendimiento (en una época donde tanto se usa –y abusa– de este concepto) surgido desde la base sin apoyo institucional, desde la propia iniciativa de personas y familias del medio rural insular; una manifestación de la capacidad creativa orientada a sostener la rentabilidad de la actividad agrícola, desplegada durante un largo periodo (sobre todo a partir de los años sesenta y setenta) en que la economía y la cultura rurales iniciaron un lento –y, hasta ahora, inexorable– declive, en paralelo a la creciente desagrarización y terciarización de la sociedad canaria. En definitiva, un caso digno de elogio de resistencia; se podría hablar incluso de re-existencia, entendida como capacidad de adaptación y actualización creativa para seguir existiendo y proyectando hacia el futuro una actividad económica y cultural que, como la del vino, hunde sus raíces en el tiempo. Por otra parte, se pueden reseñar también algunos aspectos del efecto de arrastre de los guachinches, como su capacidad de generación de empleo local, más allá del trabajo en el campo, durante varios meses al año a personas del ámbito familiar y vecinal; su complementariedad positiva, cuando los guachinches se desempeñan como tales, con otros establecimientos de restauración del entorno, donde la gente acude después a disfrutar del postre, tomar café o una copa. Hay que observar, también, que durante los años más duros que siguieron al 'pinchazo de la burbuja inmobiliaria' a partir de 2007, para muchas personas y familias que quedaron en paro debido a la crisis de la construcción y la hostelería, cultivar la tierra recuperando huertas abandonadas, abrir nuevos guachinches adaptando una parte de su vivienda, o emplearse en los ya existentes, constituyó una oportunidad de sostenimiento económico familiar determinante. Por otro lado, los guachinches representan una oferta gastronómica y de ocio más asequible, aunque fuera ocasional, para muchas familias y personas afectadas por la crisis (y que difícilmente hubieran podido acudir a otro tipo de establecimientos). La Disposición adicional novena del Decreto 90/2010, de 22 de julio, reguló la actividad turística de restauración y los establecimientos donde se desarrolla, siendo luego modificado por el Decreto 29/2013, de 31 de enero. Aquel decreto ya había contemplado la actividad de comercialización al por menor y por tiempo determinado de vino de cosecha propia, procedente de viñedos pertenecientes o explotados por quien la ejerce y desarrollada en establecimientos o locales en los que, además, se pueda servir comida –en resumen, los Guachinches–, como actividad turística complementaria, sujetándola a su propia normativa. Sin embargo, y desde diferentes ámbitos, se vio pronto la necesidad de proceder a una regulación más precisa de esta actividad, que ya presentaba problemas de mixtificación y alejamiento de su sentido original. En efecto, se hacía creciente el riesgo de confrontación, que podía llegar hasta instancias judiciales, con los establecimientos convencionales de restauración (bares, restaurantes, tascas y bodegones), que acusaban a los guachinches de competencia desleal al beneficiarse de una situación fiscal mucho más favorable, pese a desenvolverse en algunos casos en la práctica casi como un restaurante más. El decreto del Gobierno de Canarias 83/2013, de 1 de agosto, por el que se regulan la actividad de comercialización temporal de vino de cosecha propia y los establecimientos donde se desarrolla, surgió, pues, como resultado del esfuerzo conjunto entre una parte significativa del propio sector vitivinícola local, personas promotoras de la cultura gastronómica insular y la administración pública. Se había identificado de manera correcta la necesidad de disponer de una normativa concebida especialmente para una actividad surgida de las propias comunidades rurales, pero que hasta entonces se desenvolvía en un limbo legal que, de prolongarse en el tiempo, podría llegar a ser muy problemático. En tal sentido, se reconocía de manera explícita que âLa falta de regulación específica de esta actividad ha hecho proliferar una serie de establecimientos que no reúnen los requisitos propios, definitorios y originales de las bodegas y bodegones familiares, las ventas de vino, los guachinches, bochinches o buachinches, como se les denomina, pugnando en el mercado, de forma desleal, con la actividad propia de los restaurantes y bares-cafeterías. Son en definitiva, establecimientos en los que no se comercializa vino de la cosecha propia de su titular, la apertura no se vincula con la existencia del vino cosechado y producido, u ofrecen una carta amplia de comidas y bebidas y, por todo ello, no van a resultar amparados por el presente Decreto, debiendo cumplir, en consecuencia, las disposiciones aplicables a los establecimientos turísticos de restauración.â (Boletín Oficial de Canarias 2013/153. Viernes 9 de agosto de 2013). Sintetizando sus aspectos esenciales, el Decreto 83/2013 vino a plantear que: Se debe garantizar que el vino comercializado en los guachinches proceda de viñedos pertenecientes o explotados por la persona que ejerza la actividad y esté elaborado por ella misma (debiendo figurar la bodega inscrita en el Registro de Industrias Agrarias y en el Registro de envasadores de vino); El periodo de apertura del establecimiento concluirá en el momento en que se agote el vino de cosecha propia, no superando en ningún caso los cuatro meses al año; La oferta de bebidas se debe limitar a vino de cosecha propia y agua, pudiéndose ofertar, como acompañamiento, un máximo de tres platos diferentes de elaboración culinaria (así como encurtidos, frutos secos y fruta cultivada por la persona titular de la actividad o producidos en la zona); La comida anterior deberá estar basada en platos arraigados en la tradición culinaria local y elaborados con productos propios de la zona; con respecto a los locales, la norma señala que deben formar parte de la vivienda, bodega o cualquier otra construcción vinculada a labores agrarias, ubicada en la propia explotación o afecta a la misma, reuniendo las condiciones y adaptaciones necesarias para servir comida en los términos señalados más arriba. Aunque en general se pueden considerar razonables las anteriores especificaciones, lo cierto es que también se identifican algunos problemas en el desenvolvimiento actual del fenómeno de los guachinches. Tales problemas se pueden agrupar en dos: por un lado, el incumplimiento por parte de determinados locales de algunos aspectos de la normativa (con frecuencia, la oferta de mayor número de platos del establecido, así como la venta de postres o algunas bebidas distintas a lo estipulado). Pero esto se puede considerar, en cualquier caso, un asunto menor en comparación con el otro problema mucho más grave: la desvirtuación del término –y, más allá, del propio concepto– de guachinche, cuando éste se mixtifica y aparece como denominación de un número creciente de bodegones y restaurantes que en absoluto lo son (ni tienen intención de serlo, salvo para utilizar el 'gancho' de la denominación y su carga de popularidad positiva), puesto que ni son propiedad de personas que cosechan uva, ni elaboran vino, ni abren sólo durante el periodo en que se dispone de caldo de producción propia, amén de ofertar una carta muy alejada de la que corresponde a los guachinches. En efecto, estamos viendo cómo aparecen establecimientos con la denominación de ‘guachinche’ fuera de su ámbito original, alejados de las áreas de producción del viñedo y rurales en general, muchas veces en medio del callejero urbano y, hasta en ciertos casos, en pleno cogollo de algunas urbanizaciones turísticas. Se trata ahora de un caso de competencia desleal a la inversa, que podría recibir la calificación delictiva de publicidad engañosa. A lo anterior se suman algunos otros detalles y aspectos mejorables que la experiencia transcurrida desde la aprobación del decreto 83/2013 permite señalar. Se pueden plantear, por tanto, un conjunto de cuestiones que harán posible desarrollar una política proactiva de apoyo a la consolidación de los guachinches como instrumento positivo para sostener la economía, el paisaje y la cultura rurales, y por extensión, la conservación del medio ambiente insular a través del mantenimiento de usos agrarios del suelo (frente a riesgos como la erosión y los incendios, entre otros). Varias de las ideas que a continuación se proponen pueden nutrir también una puesta al día de la regulación en vigor que, reconociendo sus aspectos positivos, la actualice y mejore. Los siete puntos críticos que hemos identificado son los siguientes: (Que además del primero es el más importante). Se debe recuperar desde la Administración Pública, como garante del interés general, el registro y control de la denominación ‘guachinche’, garantizando que su uso se ciñe a los usos y costumbres que se construyeron socialmente, y han quedado correctamente recogidos en la normativa. Para ello, la administración pública canaria debe registrar la marca comercial ‘Guachinche’. Y, en el caso de que estuviera ya registrada por algún particular, iniciar con toda la legitimidad y el arropamiento jurídico necesario, los trámites judiciales para su recuperación, en el bien entendido de que una denominación genérica de esas características no puede ser en ningún caso objeto de privatización. A partir del momento en que se recuperen el sentido y el control público de esta marca, se perseguirá su mal uso, instando en un plazo razonable a todos los establecimientos de restauración que lo están utilizando de forma incorrecta a que lo sustituyan, y aplicando las sanciones correspondientes a quienes no lo hagan. Se debe estudiar la posibilidad de que el plazo máximo actualmente establecido de 4 meses de apertura de los guachinches se pueda ampliar por un periodo adicional (nunca superior a 2 meses más), en aquellos casos en que la persona titular de la explotación agraria pueda demostrar de manera fehaciente –mediante comprobación, si es preciso, por parte de los servicios de Extensión Agraria del Cabildo– que el volumen de uva cosechada en la propia explotación y de vino elaborado requiere la ampliación del plazo señalado para posibilitar su efectiva venta. Esta idea se justifica en la evolución socioeconómica real que ha conocido una parte de las explotaciones agrícolas que, dentro de su proceso de adaptación y modernización (de re-existencia, como se señaló más arriba), se esforzaron en aumentar la superficie cultivada mediante la compra o arriendo de tierras colindantes (o en otros ámbitos), así como en aumentar los rendimientos, introduciendo nuevas técnicas o mejoras productivas. La razón que ha alentado tales prácticas se vincula a la necesidad de alcanzar la escala productiva suficiente para amortizar las inversiones en la mejora de la bodega familiar (nuevos envases metálicos de mayor tamaño, sistemas de fermentación en frío, etcétera) que se requieren para obtener una producción vinícola rentable y de calidad. Otro tipo de situación problemática se da entre quienes, manteniendo la producción de viñedo, y deseando sostener la modalidad de comercialización principal del vino obtenido de su propia uva a través de un guachinche, les resulta más conveniente en la actualidad fermentarla en una bodega mayor o más tecnificada de un tercero (o, incluso, en alguna de las bodegas comarcales, que fueron precisamente promovidas en las pasadas décadas por este Cabildo Insular), de las que recibe el vino en garrafones que certifican tanto la pertenencia al Consejo Regulador correspondiente a su zona como la garantía del origen de la explotación agraria que aportó la uva. Es decir, que asegurando siempre que la persona titular del guachinche sea quien cosecha la uva (y contribuye con ello a la conservación del suelo y el paisaje agrario insular), se desvincule la obligatoriedad de que sea también la encargada de elaborar el vino. De este modo es más fácil también obtener plenas garantías de lo que hoy se entiende por calidad organoléptica de los vinos, al producirse en bodegas dotadas de mejores medios técnicos, incluido el asesoramiento enológico profesional. Otro aspecto a considerar es la regulación, como ya sucede en el caso de los Mercados y Mercadillos de venta directa de agricultoras y agricultores, de que la uva que se transforma en vino comercializado en el guachinche pueda proceder también de explotaciones agrícolas cuyos titulares sean personas parientes y/o vecinas del titular de éste. Reglamentando con precisión que deben proceder de fincas situadas en la misma zona, con una delimitación espacial concreta. De este modo (como en parte viene sucediendo ya, aunque de forma alegal –por no decir irregular–), los guachinches pueden consolidar su potencial como factor de desarrollo de un ámbito local y comunitario más amplio que el del núcleo familiar restringido. Como en otros casos, correspondería a los servicios de Extensión Agraria la comprobación y, en su caso, certificación, del origen local y comunitario de esa uva. Resulta muy conveniente modificar el actual modelo de rótulo identificativo de los guachinches. Señala el decreto 83/2013, regulador de los guachinches, que âen el exterior, junto a la entrada principal del establecimiento y en sitio visible, será obligatoria la exhibición de una placa-distintivoâ (art. 6); y que âse faculta a la persona titular del departamento de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias con competencias en materia turística para dictar las disposiciones precisas en desarrollo y ejecución del presente Decreto, en especial para fijar el formato y las características de la placa-distintivoâ (Disposición Final Primera). En la actualidad, esa determinación se ha resuelto optando por el logotipo de una 'V' (suponemos que por derivación de la inicial de 'vino' o 'viña'). Pero esta opción aleja a la placa-distintivo de la percepción común de un nombre tan arraigado y popular como el de Guachinche. Además, en el presente, opción oficial puede provocar confusión con los rótulos que identifican otra actividad económica en pleno auge, como es la del Alquiler Vacacional (con sus ventajas, pero también todos sus problemas asociados), y cuyo emblema gráfico es: 'Vv'. Por las razones anteriores, parece pertinente sustituir el logotipo actual por una 'G' mayúscula, que identifique y diferencie con claridad a los guachinches. Una vez implementados los puntos anteriores, y de forma particular el señalado en primer lugar, El gobierno de Canarias y las administraciones competentes, los servicios de inspección de la Policía Turística del Cabildo de Tenerife, en estrecha colaboración con los de Extensión Agraria y Desarrollo Rural del propio Cabildo, y con los Ayuntamientos de las zonas rurales concernidas, habrán ganado la legitimidad precisa para acometer una política de inspección, control y exigencia de cumplimiento de la normativa sobre los guachinches, en los dos sentidos mencionados: que los guachinches que lo son, lo sean de verdad cumpliendo con todas sus determinaciones; y que los establecimientos de restauración de naturaleza diferente, y que también desarrollan –obvio es decirlo– una función económica, social, cultural y turística fundamentales, se abstengan de utilizar en ningún caso la denominación 'guachinche'. Por todas las razones expuestas, el Parlamento de Canarias adopta los siguientes acuerdos: Instar al Gobierno de Canarias a que, como garante del interés general en este ámbito para el conjunto del Archipiélago Canario y administración competente en su regulación, proceda a registrar la denominación comercial 'guachinche', como paso previo indispensable para garantizar que su utilización se ajusta a los usos y costumbres construidos socialmente, y reflejados en la normativa en vigor. En el caso de que esa marca estuviera ya registrada por algún particular, instar a que los Servicios Jurídicos del gobierno de Canarias inicien con presteza los trámites judiciales necesarios para su recuperación, en el bien entendido de que una denominación genérica de esas características no puede ser en ningún caso objeto de privatización. Instar al gobierno de Canarias a la modificación de la normativa recogida en el decreto 83/2013 de 1 de Agosto, que regula la actividad de comercialización temporal de vino de cosecha propia y los establecimientos donde se desarrolla (Guachinches); para que, atendiendo a los cambios en la realidad productiva de este subsector, el plazo máximo actualmente establecido de 4 meses de apertura se pueda ampliar por un periodo adicional (nunca superior a 2 meses más), en aquellos casos en que la persona titular de la explotación agraria pueda demostrar de manera fehaciente –mediante comprobación, si es preciso, por parte de los servicios de Extensión Agraria de los Cabildo Insulares– que el volumen de uva cosechada en la propia explotación y de vino elaborado en la misma requiere la ampliación del plazo señalado para posibilitar su efectiva venta. Instar también al gobierno de Canarias a la modificación de la normativa reguladora de los Guachinches en su artículo 2.1.a, para regular de forma adecuada la posibilidad de que la uva que se transforma en vino comercializado en un establecimiento de esta naturaleza pueda proceder también de explotaciones agrícolas del entorno inmediato al guachinche; reglamentando con precisión la delimitación espacial permitida, y apoyándose en los servicios de Extensión Agraria de los Cabildos Insulares para la comprobación y, en su caso, certificación, del origen local y comunitario de esa uva. Instar igualmente al gobierno de Canarias a la modificación de la normativa reguladora de los Guachinches para que se admita la posibilidad de que el vino comercializado en estos establecimientos pueda haberse producido en bodega propiedad de un tercera persona física o jurídica, siempre y cuando quede convenientemente acreditado que la uva transformada en vino procede de explotación adscrita a la persona titular del guachinche. Instar al gobierno de Canarias para que, en la actualización y modificación legal del decreto 83/2013 de 1 de Agosto, ceda la autorización definitiva de apertura de los guachinches a los Ayuntamientos, de manera que estos también puedan ejercer un control sobre los mismos en atención a la normativa vigente. El Parlamento de Canarias promoverá la modificación de la placa-distintivo actual que identifica a los establecimientos dedicados a la comercialización temporal de vino de cosecha propia (Guachinches); sustituyendo el logotipo actual por otro consistente en una 'G' mayúscula, que identifique y diferencie con claridad a los guachinches de cualquier otro tipo de actividad comercial o de restauración. Control: ver de qué manera tenemos competencias en ello también La Policía Turística del Cabildo de Tenerife, en estrecha colaboración con los servicios de Extensión Agraria y Desarrollo Rural del propio Cabildo, y con los Ayuntamientos de las zonas rurales con presencia de guachinches, una vez implementados los acuerdos anteriores y de forma particular el señalado en primer lugar, acometerán una política mucho más activa de inspección, control y exigencia de cumplimiento de la normativa sobre los guachinches, en los dos sentidos mencionados en la parte expositiva de esta Moción: que los guachinches que lo son cumplan de manera efectiva todas las determinaciones recogidas en la normativa sectorial que los regula; y que los establecimientos de restauración que no lo sean no utilicen en ningún caso la expresión ‘guachinche’ en su denominación.
Paco Pérez