Apuntalando

Sin duda, el sector de la construcción apuntala la economía canaria, es decir, es como el madero hincado en firme, que sostiene lo que está desplomándose o amenaza ruina. Consolidando su papel de locomotora, es una seguridad para coger confianza y hacer frente a la incertidumbre que nos envuelve por todas partes, siendo el sector con más dinamismo empresarial y creador de empleo. Pero hay que destacar y poner en valor, la paradoja de la construcción en nuestras islas, basada en que, soportando un incremento desmesurado en el precio de las materias primas o energéticas, el sector resiste y continua al alza. Siendo un acto de responsabilidad de los empresarios, que no cejan en cumplir sus compromisos, a pesar de las dificultades.

La oportunidad de un cambio

El gran trabajo que, a mi juicio, realizó el Gobierno durante la pandemia fue mantener vivo el tejido productivo de nuestras Islas: los hoteles, los comercios, la restauración o la industria del ocio, que durante dos años padecieron un terrible cese de actividad que causó estragos entre los más débiles. El pequeño tamaño de nuestras empresas las hace muy vulnerables ante las crisis. Y el gran mérito de las administraciones públicas fue el de comprender esa situación y volcarse en ayudar con respiración financiera asistida a quienes peor lo estaban pasando. Porque el empleo se crea en las empresas y luchar por las empresas es apostar por el trabajo.

El mundo rural como protagonista en el siglo XXI

Por otro lado, viendo algunos programas de Jesús Calleja en la pequeña pantalla, tengo que reconocer que en algunos de ellos me he emocionado. Incluso, he derramado algunas lágrimas ante tanta emoción en ver como algunos jóvenes o familias han decidido anclar sus vidas en eso pueblos de tan pocos habitantes. Bien sea poner una panadería, carpintería, consulta odontológica, tienda de comestibles, pescadería, carnicería, churrería o pastelería. Lo cierto es, y ante el nuevo transformismo que actualmente viene teniendo el mundo en este comienzo de siglo XXI, el mundo rural ya se ve como una necesidad imperiosa de habitarlo nuevamente y trabajarlo.

Empresario autónomo

Es por antonomasia el emprendedor valiente, que arriesga, lucha denodadamente para salir adelante, porque no se puede permitir ni estar enfermo o cualquier otra adversidad que le impida trabajar. En la mayoría de los casos, es un lujo, incluso inasequible para la inmensa mayoría, coger vacaciones y si lo hace, poquito tiempo, porque hay que volver al tajo, para seguir viviendo. Cada día tiene un reto por conseguir y sobre todo, por ganar. Es incansable y ducho en enfrentarse a las dificultades, que generalmente vence, simplemente por necesidad. Admirable es el aguante que tiene un empresario o empresaria autónomo, podríamos decir metafóricamente, que casi siempre está “asfixiado” por la presión fiscal de la administración, por los complejos trámites burocráticos a los que se tiene que enfrentar sólo y por la incomprensión de los responsables públicos, que sólo se acuerdan de ellos en épocas electorales y casi siempre de soslayo.

El turismo como motor para la recuperación de La Palma

Esta semana estuvo con nosotros Federico Soriano. Este prestigioso arquitecto fue el ganador del concurso internacional de ideas impulsado en 2015 por el Cabildo de La Palma para construir el Balneario. Un concurso en el que compitieron 106 propuestas, resultando la de Soriano la mejor.

Las ONGs de nuestra tierra

Tiempos difíciles los que estamos viviendo actualmente en este comienzo de siglo XXI, donde unas series de circunstancias han provocado cambiar la vida y el orden de la humanidad en el planeta tierra. Por todo ello, la participación y colaboración de muchas ONGs humanitarias en el mundo se han visto desbordadas ante la precariedad o pobreza de millones de personas. Cierto es, que muchas son las organizaciones humanitarias reconocidas y valoradas por su gran labor solidaria en los países más pobres y en aquellos donde las guerras han provocado muertes y éxodos de millones de personas

Cuidado con lo que se desea

Cualquier buena novela de suspense que se precie, sufre, en algún momento del nudo de la historia, un giro radical en su trama para sorpresa del ávido lector. Generalmente es, en esas páginas centrales, donde una acción determinada hace que todo salte por los aires. Surgen nuevas tramas secundarias, todo se mezcla, se emponzoña y hacen dudar al lector acerca de las nobles o discutibles voluntades de unos u otros personajes.

Ninguneando a Tenerife

Sin duda, por Tenerife vale la pena luchar, sin descanso, todos los días, no sólo cuando llegan las elecciones. Es lo que tiene valor y muchas veces maliciosa incomprensión, que de eso sabemos mucho, por los reproches que alguna vez se nos dirigen, llamándonos insularistas, en plan peyorativo, mientras otros, los que ahora hablan demasiado, sólo por motivos electorales, tienen permanentemente la cabeza y la lengua muy cubiertas, para no decir nada, en el famoso “silencio sonoro”, que tanto resuena en nuestra isla, es decir, de los que tendrían que levantar la voz, pero no lo hacen, por cobardía, intereses personales o por estar ocupados en potenciar otra isla.

Pensando en Canarias

En sus cuarenta años de autonomía, democracia y libertad, Canarias ha tenido que tomar decisiones muy trascendentes. Tal vez la más importante haya sido la integración en la Unión Europea (entonces la Comunidad Económica Europea) que supuso renunciar a una parte importante de nuestra herencia de libertades fiscales y aduaneras. Nos hicimos más europeos, para lo bueno, que era mucho, y para lo malo, que fue, básicamente, el aumento de la fiscalidad en las Islas.


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